Last Updated on: 9th abril 2025, 09:56 am
El mucocele es uno de esos problemas bucales que pasan desapercibidos hasta que se convierten en una molestia diaria. Aparece como un bulto dentro de tu boca, debajo de la lengua o en el labio, y aunque no es peligroso, sí puede afectar tu comodidad al hablar, comer o sonreír.
En este artículo aprenderás exactamente qué es el mucocele, por qué aparece, cuáles son sus síntomas y qué opciones existen para tratarlo de forma efectiva.
¿Qué es el Mucocele y por qué es importante tratarlo?
El mucocele es un pequeño bulto o quiste que aparece dentro de la boca, comúnmente en el labio inferior, aunque también puede formarse en las mejillas, el paladar, la lengua o debajo de esta. Su tamaño puede variar desde un granito casi imperceptible hasta una protuberancia más notoria, y su color suele ser transparente, blanquecino o incluso azulado.
Esta lesión se forma cuando una glándula salival se bloquea o se daña. Las glándulas salivales, encargadas de producir saliva, están distribuidas por varias zonas de la boca. Si algo impide que la saliva fluya con normalidad, esta se acumula en los tejidos cercanos y forma una especie de bolsita, lo que conocemos como mucocele.
Aunque se trata de una condición benigna y, en muchos casos, inofensiva, no debe pasarse por alto. Si el mucocele crece, se irrita con frecuencia o no desaparece con el tiempo, puede volverse incómodo, interferir al hablar o comer, e incluso infectarse. En esos casos, puede ser necesario un tratamiento profesional o una intervención quirúrgica. Además, si aparece repetidamente en el mismo lugar, es importante identificar la causa para evitar que se convierta en un problema recurrente.
Tipos de mucocele
No todos los mucoceles son iguales. Los especialistas los clasifican en dos tipos, según su origen:
- Mucocele por extravasación (el más común): Es el más frecuente, sobre todo en niños y adolescentes, y representa hasta el 80% de los casos. Ocurre cuando una glándula salival se rompe o se daña debido a un traumatismo, como una mordida, un piercing o el uso de brackets. Al dañarse el conducto por donde pasa la saliva, esta se escapa y se acumula en los tejidos, generando el quiste.
- Mucocele por retención (más raro): Este tipo es menos común y aparece más en adultos mayores. En este caso, el conducto salival no se rompe, sino que se obstruye, muchas veces por impurezas o pequeñas “piedritas” que se forman con el tiempo. Esta obstrucción provoca que la saliva se quede atrapada causando una inflamación en la zona.
Causas del Mucocele: ¿Por qué aparece?
El mucocele suele ser el resultado de un bloqueo o daño en una glándula salival. Aunque no es una condición grave, sí puede ser molesta, especialmente si aparece con frecuencia. Conocer sus causas te puede ayudar a prevenirlo o a actuar a tiempo.
1. Traumatismos o lesiones en la boca
La mayoria de los mucoceles suelen aparecer tras pequeños daños en la mucosa oral. Algunas de las causas más comunes son:
- Mordidas accidentales en el labio o en la parte interna de las mejillas (al comer, hablar o dormir).
- Golpes leves en la cara o la boca.
- Hábitos repetitivos como morderse los labios o las mejillas, y masticar bolígrafos, hielo o uñas.
- Cepillado dental excesivamente fuerte o con movimientos agresivos.
2. Irritación por aparatos dentales
El uso de ciertos dispositivos o aparatos en la boca puede causar un roce continuo que daña la mucosa, favoreciendo la formación de mucoceles:
- Brackets u otros aparatos de ortodoncia que rozan constantemente con los tejidos blandos.
- Alineadores dentales mal ajustados.
- Prótesis removibles que no encajan bien y causan heridas leves.
- Piercings orales que irritan la zona con el movimiento o contacto constante.
3. Obstrucción de los conductos salivales
Cuando la saliva no puede salir con normalidad, se acumula en los tejidos y forma el quiste:
- Saliva muy espesa que dificulta el flujo natural.
- Deshidratación prolongada, que reduce la producción y fluidez de la saliva.
- Restos de alimentos o partículas que obstruyen el conducto.
- Formación de pequeños depósitos sólidos como «piedritas» en los conductos.
4. Condiciones médicas
Algunas enfermedades pueden afectar directamente a las glándulas salivales y aumentar el riesgo de mucoceles:
- Síndrome de Sjögren: una enfermedad autoinmune que reduce la producción de saliva.
- Sequedad bucal crónica, provocada por medicamentos, estrés o enfermedades sistémicas.
- Trastornos que afectan el funcionamiento normal de las glándulas salivales.
¿Cómo saber si lo que tienes es un mucocele?
Identificar un mucocele puede parecer sencillo, pero no siempre lo es. Se puede confundir con otras lesiones como las aftas, aunque existen características que te pueden orientar:
- Bulto visible en la boca: Lo más común es ver una protuberancia suave y redondeada, de color transparente, blanquecino, rosado o azulado. Puede aparecer de forma repentina y variar de tamaño con el tiempo.
- Textura blanda y superficie lisa: Al tacto, el mucocele suele sentirse como una burbuja móvil bajo la piel. No es duro ni áspero, y no suele doler al tocarlo, aunque puede ser incómodo si se encuentra en zonas que se rozan con frecuencia, como cerca de los dientes.
- No causa dolor (por lo general): A diferencia de las llagas o aftas, que arden y son dolorosas, el mucocele no suele ser doloroso, a menos que se irrite o se muerda accidentalmente. Por eso, muchas personas ni siquiera lo notan hasta que molesta al hablar o masticar.
- Cambios de tamaño o forma: Es común que el mucocele aparezca, desaparezca y vuelva a salir. Algunas veces se revienta solo y se reduce, pero si el conducto no se repara por completo, puede volver a formarse en la misma zona.
¿Cuándo acudir al dentista?
Aunque la mayoría de los mucoceles son inofensivos y tienden a desaparecer solos, es importante estar atentos. Debes acudir a un especialista si:
- El bulto dura más de 2–3 semanas sin mejorar.
- El tamaño aumenta o empieza a doler.
- Dificulta hablar, masticar o tragar.
- Aparece recurrentemente en el mismo lugar.
- Su aspecto cambia de forma o color de forma sospechosa (por ejemplo, se pone rojo oscuro o se inflama mucho).
El dentista podrá confirmar si se trata de un mucocele u otro tipo de lesión bucal, y en caso de ser necesario, indicarte el tratamiento adecuado.
Qué hacer si tienes un mucocele: opciones de tratamiento
En la mayoría de los casos, los mucoceles desaparecen por sí solos en unas semanas, especialmente si son pequeños y no causan molestias. Sin embargo, hay situaciones en las que este no se va, vuelve a aparecer o comienza a incomodar al hablar o comer. En esos casos, puede ser necesario acudir al dentista.
A continuación, te explicamos cómo se puede tratar un mucocele, desde las opciones más simples y caseras hasta los procedimientos médicos más específicos.
Tratamiento conservador: observación
Si el mucocele es pequeño y no causa molestias, lo más probable es que el dentista te sugiera simplemente observarlo. Es importante mantener una buena higiene oral y evitar tocarlo o morderlo para no agravar la situación. En muchos casos, desaparece espontáneamente en unas semanas.
Tratamientos caseros
Aunque muchos mucoceles desaparecen sin necesidad de tratamiento médico, hay algunos cuidados que puedes realizar en casa para aliviar las molestias y favorecer su curación. Eso sí, recuerda que estos remedios son complementarios y no sustituyen la consulta con un profesional.
- Enjuagues con solución salina: Uno de los remedios caseros más efectivos es el enjuague con agua salada tibia. Solo necesitas disolver una cucharadita de sal en un vaso de agua y hacer buches varias veces al día. Esto ayuda a:
- Reducir la inflamación.
- Mantener la zona limpia.
- Favorecer la cicatrización natural.
- Evita alimentos irritantes: Para no empeorar la zona afectada, trata de evitar:
- Comidas muy calientes.
- Alimentos picantes o ácidos.
- Bebidas con alcohol o con muchas especias.
- Comidas muy calientes.
- No te toques la lesión: Evita tocar el mucocele con los dedos o intentar reventarlo. Tampoco lo muerdas ni lo rasques, ya que podrías irritarlo más o causar una infección.
- Usa geles bucales recomendados: Algunos geles o pomadas con efecto antibacteriano o cicatrizante pueden ayudarte a mantener la zona protegida. Úsalos solo si te los ha recomendado tu dentista.
- Mantén una buena higiene oral: Cepíllate con suavidad, especialmente cerca del área del mucocele, y no olvides usar hilo dental. Una boca limpia favorece la recuperación y evita complicaciones.
Tratamientos médicos
Si el mucocele persiste, crece o causa molestias, tu dentista podría recomendar alguno de estos procedimientos:
- Drenaje del mucocele: Se realiza una pequeña incisión para liberar la saliva acumulada. Es un procedimiento rápido, aunque existe el riesgo de que el mucocele vuelva si no se elimina completamente la glándula afectada.
- Extirpación quirúrgica: En los casos en los que el mucocele es recurrente o muy grande, puede ser necesario extirparlo por completo. Esto se hace con anestesia local y generalmente es una cirugía menor y segura.
- Láser: En algunas clínicas, se utiliza el láser para eliminar el mucocele de forma menos invasiva, con menos sangrado y una recuperación más rápida.
¿Se puede prevenir un mucocele?
Aunque no siempre se puede evitar, sí hay algunas medidas que ayudan a reducir el riesgo de desarrollar mucoceles:
- Evita morderte los labios o las mejillas, especialmente si lo haces por nervios o como un hábito.
- Usa protector bucal si practicas deportes de contacto para evitar golpes en la boca.
- Mantén una buena hidratación para que la saliva fluya adecuadamente.
- Visita regularmente a tu dentista para detectar cualquier alteración en la cavidad oral.
- Trata la sequedad bucal si la padeces, ya que puede afectar el funcionamiento de las glándulas salivales.
El mucocele es una lesión bucal muy común, y aunque en la mayoría de los casos no representa un riesgo grave, puede llegar a ser molesto o interferir con tu día a día si no se trata adecuadamente. La mayoría de las veces, desaparece por sí solo, y cuando no lo hace, existen tratamientos eficaces y seguros para solucionarlo.
Lo más importante es no alarmarse y estar atento a cualquier cambio en tu boca. Si notas un bulto extraño, que no desaparece o que empieza a causarte molestias, lo mejor es consultar con tu dentista. Un diagnóstico a tiempo puede evitar complicaciones innecesarias. Recuerda que cuidar tu salud bucal es cuidar de tu bienestar general.
Preguntas frecuentes
¿Un mucocele desaparece solo o siempre necesita tratamiento?
En la mayoría de los casos, el mucocele desaparece por sí solo después de unos días o semanas. Sin embargo, si es muy grande, molesto o recurrente, es recomendable consultar a un dentista. Algunos necesitan ser drenados o extirpados quirúrgicamente.
¿El mucocele es contagioso?
¿Cómo sé si lo que tengo es un mucocele y no algo más?
¿Los niños también pueden tener mucoceles?
¿Un mucocele puede convertirse en cáncer?
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Referencias
1. Boneu, B. F., Vidal, H. E., Maizcurrana, T. A., & González, L. J. (2005). Mucocele de la glandula submaxilar: a propósito de un caso. Medicina Oral, Patología Oral y Cirugía Bucal, (Ed.impr.) vol.10 no.2 mar./abr. https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1698-44472005000200013
2. Cleveland Clinic Collaborators. (2022). Oral Mucocele. https://my.clevelandclinic.org/health/diseases/23406-oral-mucocele
3. Dynia, R. C., Maccio, A. M., Socias, M. M., Navarro, L. J. S. Valdovinos, Z. B. M. (2021). Mucocele: lesión oral frecuente de glándulas salivales menores en pacientes pediátricos. Rev Odont Mex. 2021;25(1):88-94. https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=104202
4. López, V. D. A., López, V. L. S., & Escobar, N. A. B. (2025). Mucocele labial: informe de caso. la ciencia al servicio de la salud y nutrición, 15(2), A_16–21. https://doi.org/10.47187/cssn.Vol15.Iss2.345
5. Stuart, A. (2025, 22 January). Oral Mucous Cyst. WebMD. https://www.webmd.com/oral-health/mucocele-causes-symptoms-and-treatment
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Dr. Yeidy Carolina Mesa [Author]
DDS Yeidy Carolina Mesa Passionate Dentist | Advocate for Accessible Oral Health Education Graduating from Universidad CES in 2022, I am a dedicated general dentist with a lifelong passion for helping others and making a meaningful impact in the world. My journey into dentistry began at the age of 7, inspired by my own experience with braces and overcoming a fear of the dentist. This personal journey shaped my mission to help patients conquer their own dental anxieties and embrace a healthier,...
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