Piercings y Gemas Dentales: (10 Riesgos Que Debe Conocer)

Piercings y Gemas Dentales

El uso de piercings en distintas partes del cuerpo no es algo reciente. Es una forma de expresión que se practica con distintos propósitos desde la época del antiguo Egipto, con distintos propósitos. La boca no escapó a esa tendencia histórica y en muchos escenarios de las antiguas culturas se utilizaron piercings y gemas como símbolo de poder.

En los templos Mayas y Aztecas, los sacerdotes utilizaban un piercing en la lengua como signo de comunicación con los dioses. También fue una tradición de la cultura Sioux, en Norteamérica.

En los últimos años, el uso de piercings y gemas dentales es un aspecto relevante para la odontología moderna.

El mundo ha comprendido esta manifestación cultural como una vía de comunicación para expresarse frente a las distintas situaciones del entorno cercano, así como un medio para fijar su propia identidad, su marca personal.

Pero ¿Qué es un piercing dental? ¿Qué efectos tiene sobre la salud oral de las personas? ¿Hay riesgos? Aquí encuentra esas respuestas.

¿Qué es un piercing dental?

Es una modificación corporal que adiciona a los dientes joyas cuidadosamente unidas a la superficie de la pieza dental.

En general, la gema se aplica sobre las piezas frontales y distantes de las encías. Con frecuencia, los incisivos laterales y los caninos son los más elegidos, ya que son más visibles al sonreir.

Una piercing dental puede durar hasta 6 semanas y – si es semipermanente- se puede dejar todo el tiempo que se quiera, con los cuidados requeridos.
Las joyas dentales están disponibles en distintos tamaños y formas. Las más populares son:

• Diamantes

• Zafiros

• Rubíes

• Cristales

Para colocar los anillos dentales, es necesario perforar el diente y pasar el anillo a través del agujero. Esto puede generar daños irreversibles en la pieza dental.

¿Son seguras las gemas dentales?

Uno de los riesgos que se presentan con estas joyas de dientes es que la pieza no haya fijado bien al diente y se suelte, con el riesgo de ser tragada o aspirada.

Otras situaciones vinculadas son el rechazo a los materiales utilizados mediante una reacción alérgica, fractura del diente, pérdida de la pieza dental, y la sensibilidad dental.

¿Qué sucede en el procedimiento?

La colocación de un piercing o una gema dental es un procedimiento sencillo y no invasivo. Se recomienda hacerlo en un consultorio odontológico. Si se hace en un salón de piercings, es necesario verificar las medidas de higiene y asepsia.

Al iniciar el procedimiento, el odontólogo o especialista limpia el diente. Luego, en el área donde se va a colocar la joya, se aplica un agente adhesivo y material de resina.

Posteriormente, con la ayuda de algunos instrumentos, se fija la gema o piercing sobre el material de resina. Con una lámpara de cura se endurece el material, en un tiempo promedio de 60 segundos para que el piercing quede unido a la superficie del diente.

¿Cómo afecta la salud dental?

Una investigación que adelantó la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (2015) mostró que el 72% de las personas que llevan piercings orales (lengua, labios, dientes) presentan problemas, luego del procedimiento.

Inflamación, dificultad para hablar o masticar, alteraciones del gusto, salivación excesiva e infecciones bucales, son algunas de las situaciones que señala la investigación.

Al utilizar estos aditamentos decorativos se tiene un riesgo permanente: el click repetido de la joya contra el diente puede causar daños a la estructura de la pieza dental con una fractura o un astillado.

Otras situaciones que se pueden presentar son:

1. Acumulación de placa bacteriana y restos de comida

2. Caries dental por cepillado deficiente.

3. Daños en dientes adyacentes y antagonistas.

4. Desgaste del esmalte dental.

5. Infección bucal.

6. Inflamación de la encía, en el diente que lleva el piercing.

7. Heridas en los labios por fricción con la gema o piercing.

8. Mal olor en la boca.

9. Mal posición dentaria.

10. Pérdida ósea por el constante contacto de la joya con la encía.

Además, la preparación y acondicionamiento de la pieza a intervenir para el procedimiento, por lo general, cambia la superficie del diente de manera permanente.

Se debe tener en cuenta que estos aditamentos decorativos pueden ser un obstáculo para la toma de radiografías.

En el caso de perforación para colocar un anillo, esto puede generar daños en los nervios.

Además del daño físico, los piercings dentales también pueden ser perjudiciales para la salud general del paciente. La boca es un ambiente cálido y húmedo, lo que lo convierte en un lugar ideal para el crecimiento de bacterias. Pueden facilitar la sobrepoblación de bacterias, circunstancia que incrementará el riesgo de una infección bucal, la cual tiene altas posibilidades de propagarse por otras partes del cuerpo, siendo causa para otros problemas de salud.

Otras recomendaciones

• Antes de aportar brillo y belleza en la boca luciendo joyas, para aportar belleza, así como sonrisa atractiva; es importante contar con una boca saludable libre de sarro, caries, gingivitis y otras enfermedades orales. Para evitar complicaciones en la salud oral y posible fractura o pérdida de la pieza dental.

• Es muy importante tener hábitos de buena higiene oral y revisiones por parte del dentista.

• Para asegurar que la joya no esté afectando los dientes o las encías y se encuentre en buena condición, es importante hacer revisiones periódicas.

• Evitar el click de la joya o piercing contra el diente, ya que esto puede fracturar el diente o desprender la gema. Esto implica tener movimientos suaves al hablar o masticar.

Conclusión

Recuerde que este procedimiento lo debe hacer un profesional capacitado para esa labor en condiciones de asepsia y seguridad que garanticen su salud integral. En lo posible, un odontólogo. No entregue su salud integral en manos de quien no tiene la certeza sobre la experticia e idoneidad para realizar este tipo de procedimientos con buenos resultados.