● La pulpitis (inflamación de la pulpa del diente) es consecuencia de una caries avanzada. Cuando la caries afecta la pulpa, tejido que alberga los nervios y los vasos sanguíneos del diente, se produce una inflamación que viene acompañada de dolor continuo. También puede ser un efecto derivado de una intervención odontológica anterior o por un traumatismo.

● El absceso periapical es la acumulación de pus alrededor de la raíz del diente por la muerte de la pulpa, situación que produce inflamación en el contorno de la raíz.

● La pericoronitis es la inflamación e infección en la encía cerca de la corona del diente. Esta condición se presenta generalmente en dientes que están haciendo erupción o que no logran atravesar la encía.

● Otra circunstancia que puede desencadenar este malestar es el bruxismo. Rechinar o apretar los dientes produce desgaste del esmalte dental y, en casos avanzados, fisuras o fracturas. En estos casos, el dolor de muelas es constante y afecta a varias piezas dentales. Para tratar el bruxismo se requiere consultar con el odontólogo y usar protectores dentales y, en algunos casos, el tratamiento incluye terapias complementarias para reducir la ansiedad y el estrés.

● La sensibilidad dental es otra causa del dolor de muelas. Esta es una condición en la que los dientes reaccionan a ciertos estímulos como los cambios de temperatura o la presión al masticar. La sensibilidad dental es consecuencia del desgaste o pérdida del esmalte, dejando expuesta la dentina.

● Las lesiones o traumatismos en la boca también pueden provocar dolor de muelas. En estos casos, el dolor suele ser agudo y localizado en la pieza dental afectada.