La planificación y el diseño son aspectos fundamentales de la estética dental para lograr el objetivo. Con ese objetivo, el odontólogo especialista hace una evaluación cuidadosa de la condición de salud oral de la persona y así determina sus necesidades, en relación con las expectativas. Luego, trabajará con la persona un plan de tratamiento específico que aborde sus preocupaciones estéticas y funcionales.

Un concepto que marca tendencia en este campo es la estética dental con menor grado invasivo, resultados satisfactorios y el mínimo daño posible en los tejidos. Por ejemplo,  la microabrasión dental utiliza materiales suaves y abrasivos para eliminar manchas superficiales de los dientes, en tanto que la microdentistería acude a técnicas precisas para corregir pequeños defectos en los dientes, sin necesidad de extirpación de tejido dental.

La estética dental también ha evolucionado hacia un enfoque más integral que abarca la apariencia dental y la salud oral en general. Es el caso de la estética dental biocompatible, que busca utilizar materiales y técnicas que compatibles con el cuerpo y que no causen reacciones adversas a largo plazo.