En los casos en que las técnicas de aprestamiento no dan el resultado esperado, la sedación consciente puede ser una opción efectiva para reducir la ansiedad y facilitar el tratamiento.

La sedación consciente es útil para los niños que tienen miedo extremo o ansiedad dental, aquellos que tienen necesidades especiales, quienes requieren tratamientos dentales extensos o que necesitan múltiples procedimientos dentales en una sola sesión. 

Esta opción facilita un estado de relajación que se logra mediante el uso de medicamentos seguros que se administran por vía oral o inhalación. 

No duerme al paciente. Lo mantiene relajado y tranquilo, el paciente puede responder a las instrucciones del odontólogo, pero es menos probable que se mueva o se resista al tratamiento.

La sedación consciente también es efectiva para los niños que tienen problemas para quedarse quietos durante el tratamiento, lo que hace que el tratamiento sea más difícil y prolongado.

Antes de administrar la sedación consciente, el odontólogo hace una evaluación médica completa del paciente. Esto incluye la revisión de la historia médica del paciente y la evaluación de la función respiratoria, cardíaca y neurológica. También se discutirán las opciones de sedación consciente con los padres y se les proporcionará información detallada sobre los riesgos y beneficios.

Este procedimiento debe ser administrado por un odontólogo capacitado y con experiencia en sedación consciente y que tenga los equipos y los medicamentos necesarios para monitorear la función respiratoria, cardíaca y neurológica del paciente.

Los niños que tienen alergias a los medicamentos sedantes o que tienen ciertos problemas de salud no son candidatos para la sedación consciente.