Dientes Torcidos: 5 Causas Comunes y Cómo Evitarlas

Tener los dientes torcidos es una condición de salud dental que se considera la tercera patología oral de mayor prevalencia e impacto en el mundo. Se le denomina malposición dentaria, dientes mal alineados o maloclusión.

En otras palabras, la oclusión es el correcto alineamiento de los dientes y el ajuste de las mandíbulas superior e inferior, circunstancia que tiene un efecto directo en el bienestar integral.

Generalmente, la mala alineación de los dientes se enfoca desde el concepto de la estética. Al hacer una búsqueda de la frase ‘diseño de sonrisa’ en la Internet abierta, se encuentran más de 97 millones de registros con información sobre esa sonrisa perfecta que muchas personas quieren alcanzar. Sin embargo, al hacer la búsqueda en la Internet abierta con la cláusula ‘maloclusión dental’ se encuentran 375.000 resultados.  La diferencia entre estas dos cifras evidencia hacia dónde gira la atención respecto de tener unos dientes perfectamente rectos: hacia lo estético, dejando en segundo plano los efectos sobre la salud.

Para algunas personas, tener unas cuantas piezas dentales desalineadas (torcidas), es parte de su atractivo. En otros casos, la malposición dentaria involucra varias piezas y es una situación que requiere atención.

La maloclusión tiene consecuencias en la salud de las personas: Dificultad para la higiene dental, problemas al ingerir alimentos y dolor de cabeza, entre otras. Aquí encuentra información sobre los síntomas, las distintas causas de la maloclusión, sus consecuencias y las opciones disponibles para corregir la alineación dental.

¿Cuáles son los síntomas?

Algunos de los síntomas que se registran por la malposición dentaria son:

• Apariencia anormal de la cara

• Dificultad para hablar

• Dolor de cabeza o cefaleas.

• Mordidas involuntarias en las mejillas.

• Pitidos en el oído.

• Respirar por la boca sin poder cerrar los labios

• Ruidos o dolor en los músculos maxilares.

¿Qué causa los dientes torcidos?

Con regularidad, la maloclusión es hereditaria. También puede ser consecuencia de la diferencia de tamaños entre la mandíbula y el diente, casos en los cuales las piezas dentales ajustan su posición a los espacios disponibles y se desalinean. Otra situación que produce la desalineación dental es la diferencia de tamaños entre las arcadas de las mandíbulas superior e inferior, lo que genera patrones anormales de mordida.

La maloclusión no es una condición exclusiva de los dientes definitivos. Los dientes de leche o primarios también pueden salir torcidos o mostrar esa condición posteriormente. En algunas ocasiones, los dientes de leche tienen demasiado espacio en las encías y se mueven a posiciones no alineadas, torcidas.

No obstante, el sesgo en la posición de los dientes de leche no tiene efecto en la alineación que muestre la dentadura definitiva.

Existen otras situaciones que pueden afectar la alineación de los dientes primarios o los definitivos:

• Se mastica menos

Debido a los alimentos procesados que se consumen con frecuencia, se ejerce menos proceso de masticación y esto ha tenido efecto en el tamaño de la mandíbula: ahora es más pequeña y más corta, circunstancia que -según especialistas en el tema- puede tener relación con la alienación de los dientes.

• Falta de atención dental oportuna

La pérdida de piezas dentales, tumores en la boca o la mandíbula, y correctores dentales o prótesis mal ajustadas, son causa de maloclusión. Los dientes desalineados dificultan la higiene oral, situación que abre vías para las caries, la enfermedad de las encías y otros inconvenientes de salud oral.

• Golpes o lesiones

Un golpe en la boca o en la cara puede afectar la ubicación de los dientes y su alineación. Asimismo, la alineación defectuosa de la mandíbula después de una lesión grave o fractura tendrá efectos en la correcta ubicación de los dientes.

• Hábitos no pertinentes

Algunas conductas repetitivas tienen efectos adversos en los músculos de la boca y la cara. Además, pueden generar una variación en el alineamiento de la mandíbula. A esos comportamientos se les denomina malos hábitos miofuncionales y hacen referencia a:

• Chupar dedo.

• Hacer presión con la lengua sobre los dientes.

• Respirar por la boca.

• Usar biberón o chupo después de los tres años.

Los malos hábitos miofuncionales (hace referencia a disfunciones relacionadas con el habla, escritura, dientes y maxilares, asociados a hábitos orofaciales y respiratorios) pueden ser causa de una maloclusión.

• Mandíbulas desalineadas
Los especialistas describen tres tipos de alineación mandibular:

1. Mordida normal. Es el diagnóstico más frecuente y se presenta cuando los dientes superiores sobresalen un poco respecto de los inferiores.

2. Retrognatismo o sobremordida. En estos casos, la mandíbula y dientes superiores se superponen de manera notoria sobre el maxilar inferior, y provoca una mordida anormal.

3. Prognatismo o submordida. Se presenta cuando la mandíbula inferior sobresale a la superior.

¿Por qué es importante tener dientes alineados?

La correcta alineación de los dientes facilita una mejor calidad de vida. Tener una dentadura con la oclusión correcta permite una adecuada masticación e ingesta de los alimentos.

Tener dientes con la alineación correcta no dará paso a episodios de cefalea o migrañas. Otras situaciones que se facilitan son:

• Facilidad para limpiar el espacio interdental, evitando las caries, así como la enfermedad de las encías que -si no se trata de manera oportuna- es causa de enfermedad periodontal o periodontitis.

• Hablar de manera clara y entendible, pues los dientes torcidos afectan la pronunciación y vocalización adecuada.

• No habrá desgaste excesivo de dientes, encías y músculos de la mandíbula. Tampoco se tendrán piezas agrietadas, ni tensión en el maxilar. La dentadura no alineada, con maloclusión, propicia el desgaste de los dientes y genera el maltrato de las encías y los músculos mandibulares. El resultado: dientes agrietados y tensión en la articulación mandibular.

• Masticación e ingesta adecuada. Los dientes torcidos interfieren en la correcta ingesta de los alimentos y por tanto, en la digestión.

¿Qué opciones se tienen para corregir la maloclusión?

Encontrar la solución efectiva para cada caso requiere consultar con un odontólogo ortodoncista y se tienen distintas alternativas:

• Los frenos son una buena opción para los niños, pues aún sus encías y tejidos óseos son flexibles y maleables. El tratamiento puede tomar entre dos y tres años.

• Las carillas de porcelana son una opción estética. Las carillas se ubican estratégicamente para dar la apariencia de una correcta alineación dental, con una sonrisa perfecta.

• La cirugía es otra opción para alinear los dientes en menor tiempo. Generalmente se prescribe para las personas adultas.

• Los tirantes metálicos (brackets) son una opción adecuada para quienes tienen problemas de alineación dental que requieren mayor cuidado. La presión continua sobre los dientes los desplaza gradualmente y la mandíbula va cambiando su forma para adaptarse a los brackets.

• Los brackets cerámicos son menos visibles que los metálicos y requieren del mismo tratamiento, pero se rompen con facilidad. Además, se manchan y tiene un costo mayor.

• Los brackets invisibles o alineadores de plástico transparente, se hacen a la medida de cada persona para facilitar su adaptación a la boca. Se ubican sobre cada diente y se reemplazan dos veces al mes. Esta es una alternativa no acertada para una maloclusión avanzada.

¿Hay terapias caseras para la maloclusión?

Intentar enderezar los dientes con terapias caseras no es adecuado, ya que los posibles efectos posteriores pueden traer consecuencias con mayor nivel de afectación que una dentadura torcida

Utilizar elementos ortopédicos de otra persona (brackets) o instrumentos de diseño propio, puede ejercer demasiada presión sobre los dientes y afectar la raíz y los ligamentos, con las siguientes consecuencias:

• Caries dental.

• Dolor intenso.

• Esmalte dental afetado.

• Encías maltratadas.

• Mayor desalineación dental

• Pérdida de dientes.

• Piezas dentales rotas o fracturadas.

Si la malposición dentaria es causa de dificultad para comer, se presentan episodios de cefalea o migraña, no se puede hablar de manera precisa y comprensible, u otro tipo de malestar -en otras palabras, afecta la calidad de vida-, se sugiere consultar con un especialista y recibir el tratamiento requerido, de acuerdo al diagnóstico prescrito.