Last Updated on: 31st marzo 2025, 08:43 am
El 2 de abril se celebra el Día Mundial del Autismo, una fecha para reflexionar, aprender y brindar apoyo a quienes viven con este trastorno. Aunque comúnmente se habla de inclusión y educación, hay un aspecto fundamental que muchas veces pasa desapercibido: el cuidado dental.
Las personas con autismo pueden enfrentar desafíos únicos al momento de cepillarse los dientes o acudir al dentista, como molestias sensoriales, ansiedad o dificultades en la comunicación. Sin embargo, con empatía, paciencia y las herramientas adecuadas, es posible transformar esta experiencia en algo mucho más positivo.
En este artículo encontrarás estrategias sencillas para facilitar el cuidado dental en personas con autismo, desde la elección de productos adecuados hasta cómo prepararse para las visitas al dentista.
Entendiendo los desafíos del autismo en el cuidado dental
El cuidado dental puede ser un gran reto para muchas personas con autismo. No se trata solo de una cuestión de hábitos, sino de cómo viven las sensaciones, los cambios y la interacción con otras personas. Por eso, es fundamental comprender los principales obstáculos que pueden dificultar el cepillado diario o las visitas al dentista.
Sensibilidades sensoriales
Para la mayoría de las personas, cepillarse los dientes es simplemente una parte más de la rutina diaria de higiene. Sin embargo, para una persona con autismo, esta puede convertirse en una experiencia abrumadora.
El cepillo que raspa, la espuma y el sabor intenso de la pasta dental, o incluso los ruidos del consultorio y la sensación de los guantes del odontólogo pueden resultar muy molestos, y generar rechazo hacia la higiene oral y las visitas al dentista.
Por eso, es esencial adaptar el cuidado dental a las necesidades sensoriales de cada persona: utilizar cepillos suaves, pastas de sabor neutro y avanzar poco a poco con cada estímulo puede hacer que el proceso sea mucho más cómodo y llevadero.
Ansiedad y miedo
Ir al dentista puede causar nerviosismo en muchas personas, pero para alguien con autismo, esta experiencia puede ser especialmente estresante. La falta de familiaridad con el entorno, los ruidos de los instrumentos, las luces intensas y el contacto con personas desconocidas pueden generar un alto nivel de ansiedad.
Por eso es clave crear rutinas predecibles y preparar con anticipación a la persona para lo que va a vivir. Cuanto más familiar sea el proceso, menor será el nivel de ansiedad.
Barreras de comunicación
Muchas personas con autismo, ya sean niños o adultos, pueden tener dificultad para decir lo que sienten o para entender lo que les dicen. Esto puede hacer que les sea dificil explicar si algo les duele o les molesta, o que no comprendan por qué se les están cepillando los dientes o porqué están visitando al dentista.
Por eso, es muy útil usar apoyos visuales como dibujos, imágenes paso a paso, gestos simples, palabras claras y pequeñas historias que expliquen lo que va a pasar. Estas herramientas ayudan a que la persona sepa qué esperar, se sienta más tranquila y entienda mejor lo que está ocurriendo.
Recomendaciones prácticas para un cuidado dental más amigable en el Día Mundial del Autismo
Entender los desafíos que pueden presentar las personas con autismo es solo el primer paso. Lo más importante es saber cómo actuar, tanto en casa como en el consultorio, para que el cuidado dental sea una experiencia más tranquila y positiva.
En casa: una rutina adaptada para cada persona
Cuidar la salud bucal en casa puede ser más fácil si se adapta la rutina a las necesidades individuales. Algunas estrategias funcionan tanto en niños como en adultos, pero es importante ajustarlas según cada caso.
- Establecer una rutina diaria: Cepillarse siempre a la misma hora (por ejemplo, después de comer y antes de dormir) ayuda a crear un hábito predecible que aporta seguridad.
- Usar cepillo y pasta adecuados: Lo ideal es un cepillo de cerdas suaves o eléctrico de vibración suave, y una pasta dental sin sabores fuertes ni espuma abundante.
- Introducir el cepillado poco a poco: Si hay rechazo, se puede empezar dejando que la persona toque el cepillo, lo acerque a la boca o lo use con un muñeco. Lo importante es avanzar con paciencia y sin forzar.
- Apoyarse en imágenes y recursos visuales: Ilustraciones o fotos que muestren el paso a paso del cepillado ayudan a las personas con autismo a entenderlo mejor. También se puede contar hasta diez por cada zona de la boca que se limpie.
- Dividir el cepillado por zonas: Enseñar a cepillar por cuadrantes (arriba, abajo, izquierda, derecha) y no olvidar la lengua, esto hace que el proceso sea más claro y ordenado.
- Motivar con refuerzos positivos: Felicitaciones, pegatinas o una actividad que le guste después del cepillado ayudan a que la persona asocie esta rutina con algo agradable.
- Acompañar cuando sea necesario: En especial con los niños, es clave que un adulto esté presente durante el cepillado. Con el tiempo, la persona puede ir ganando independencia.
- Aprender jugando: En el caso de los niños, el juego es una gran herramienta. Simular la visita al dentista o jugar a cepillar los dientes de un muñeco puede ayudar a perder el miedo y familiarizarse con el proceso.
En el consultorio: visitas más predecibles y tranquilas
Con preparación y empatía, también es posible que la experiencia en el dentista sea mucho más llevadera.
- Prepararse antes de la cita: Historias sociales, pictogramas o videos explicativos pueden ayudar a anticipar lo que va a pasar y reducir la ansiedad.
- Hacer visitas de familiarización: Algunos odontólogos permiten que la persona visite el consultorio antes de la cita real para conocer el ambiente, los sonidos y los instrumentos.
- Ambiente adaptado: Lo ideal es un lugar tranquilo, con luces suaves, poco ruido y profesionales que expliquen todo con calma.
- Comunicación clara: Usar frases simples, una instrucción a la vez y apoyos visuales puede facilitar la cooperación durante la consulta.
- Apoyos sensoriales: Algunas personas se relajan más con una manta con peso, un juguete sensorial o música suave con auriculares.
- Respetar el ritmo de cada uno: Si no se puede completar la revisión en una sola cita, está bien dividirla en varias. La clave es no forzar y permitir que la persona se sienta segura.
Hacer que la visita sea una costumbre: Programar controles cada 3 a 6 meses ayuda a que las visitas se conviertan en parte de la rutina, no algo que se asocia solo al dolor o la urgencia. Esto reduce el miedo y mejora la confianza en el profesional.
¿Qué cambia entre niños y adultos con autismo?
En la infancia
Durante la niñez, los cuidadores tienen más control sobre la rutina y pueden estar más presentes en todo el proceso. Los niños responden muy bien a juegos, canciones, dibujos y actividades visuales. Este es el mejor momento para crear asociaciones positivas con el cepillado y sentar las bases de una buena rutina.
Cuanto más divertido y familiar sea el momento del cepillado, más fácil será que el niño mantenga ese hábito en el futuro.
En la adultez
En la adultez, algunas personas con autismo son bastante independientes, mientras que otras aún necesitan apoyo. Muchas veces, si no tuvieron buenas experiencias de niños, desarrollan rechazo al cepillado o al dentista, e incluso pueden pasar años sin asistir a una consulta. En estos casos, es importante retomar el cuidado bucal con calma, haciendo las adaptaciones necesarias para que la persona se sienta cómoda.
Lo ideal es contar con un profesional que tenga experiencia en autismo y sepa adaptar su atención. Incluso un odontopediatra puede ser una buena opción, ya que muchos están acostumbrados a trabajar con personas que necesitan un trato más personalizado y flexible.
Lo que se mantiene igual en todos los casos
Tanto en niños como en adultos, hay principios que siempre ayudan:
- La paciencia y la constancia.
- El uso de apoyos visuales y rutinas claras.
- La importancia del refuerzo positivo.
- Y, sobre todo, el acompañamiento desde el respeto, la empatía y la comprensión.
Cada persona es única. Lo importante es observar, adaptarse y encontrar lo que mejor le funciona a cada una.
Productos recomendados para el cuidado dental
Elegir los productos adecuados puede marcar una gran diferencia en la experiencia de higiene bucal de una persona con autismo. Hay opciones especialmente pensadas para quienes tienen mayor sensibilidad sensorial, lo que ayuda a que el momento del cepillado sea más cómodo y menos invasivo.
Cepillos de dientes amigables con los sentidos
Para las personas con autismo, es importante elegir un cepillo que no cause molestias.
- Cepillos de cerdas suaves o extrasuaves son una excelente opción, ya que son más delicados con las encías.
- Cepillos eléctricos con vibraciones suaves, en algunos casos resultan relajantes y facilitan el cepillado.
- Cepillos sensoriales de tres caras, permiten limpiar varios lados del diente al mismo tiempo, haciendo el proceso más rápido y eficaz.
Pasta dental para bocas sensibles
Algunas pastas dentales están formuladas para quienes no toleran sabores fuertes, ni demasiada espuma en la boca.
- Pasta dental sin sabor o con sabores suaves, como manzana o fresa ligera.
- Pasta dental sin flúor, en caso de que se necesite evitarlo por recomendación médica.
Lo importante es encontrar una pasta que no cause rechazo y que la persona se sienta cómoda al usarla.
Ayudas visuales y herramientas para historias sociales
Además de los productos físicos, existen materiales que ayudan a explicar y anticipar el proceso del cepillado.
Las historias sociales, pictogramas o secuencias ilustradas pueden ser de gran ayuda. Se pueden descargar gratuitamente en internet o crear en casa con dibujos sencillos. Lo ideal es que estén adaptados a la edad y nivel de comprensión de la persona, y que se usen de forma constante como parte de la rutina.
Conclusión
El cuidado dental en personas con autismo requiere empatía, paciencia y una rutina adaptada a sus necesidades. No se trata solo de elegir los productos adecuados, sino de respetar sus tiempos, reducir el estrés y hacer que tanto el cepillado como las visitas al dentista sean experiencias predecibles y positivas.
Cada persona es diferente, por eso es fundamental adaptar el proceso con flexibilidad y cariño, teniendo en cuenta sus particularidades. Los buenos hábitos adquiridos desde la infancia pueden mantenerse hasta la adultez, y si se combinan con visitas regulares al dentista, son clave para lograr una salud bucal duradera y una mejor calidad de vida.
Preguntas frecuentes
¿Qué hago si mi hijo con TEA rechaza totalmente el cepillado?
¿Con qué frecuencia debería ir al dentista una persona con TEA?
¿Existen dentistas especializados en atender a personas con autismo?
¿Cómo se puede involucrar a toda la familia en el cuidado bucal?
¿Qué pasa si una persona con Autismo no puede decir que le duele algo?
Share
Referencias
1. Fundación conecTEA. (2023). Apoyos visuales para la salud bucodental en el TEA. Fundacion ConecTEA – Juntos En el Autismo. https://www.fundacionconectea.org/2022/05/04/apoyos-visuales-para-la-salud-bucodental-en-el-tea/
2. NOHIC. (2009). Practical Oral Care for People with Autism. National Institute of Dental and Craniofacial Research. https://www.nidcr.nih.gov/sites/default/files/2017-09/practical-oral-care-autism.pdf
3. Ordóñez, A. B., Samaniego, J. V. L., Gordillo, D. G., Yaguana, J. G., & Gordillo, L. C. (2022). Manejo odontológico en pacientes con trastorno del espectro autista. RECIMUNDO, 6(4), 170-180. https://doi.org/10.26820/recimundo/6.(4).octubre.2022.170-180
4. SARRC. (2023). Cuidado Dental para Personas con Autismo. Southwest Autism Research and Resource Center. https://autismcenter.org/wp-content/uploads/2023/02/Dental-Information-Guide-Dental-Professionals-Spanish-Version.pdf
5. Tirado, A. L. R., Madera, M., & Leal, A. C. A. (2021). Salud bucal en sujetos con trastorno del espectro autista: consideraciones para la atención odontológica. CES Odontología, 34(2), 139-158. https://doi.org/10.21615/cesodon.5846
-
Dr. Yeidy Carolina Mesa [Author]
DDS Yeidy Carolina Mesa Passionate Dentist | Advocate for Accessible Oral Health Education Graduating from Universidad CES in 2022, I am a dedicated general dentist with a lifelong passion for helping others and making a meaningful impact in the world. My journey into dentistry began at the age of 7, inspired by my own experience with braces and overcoming a fear of the dentist. This personal journey shaped my mission to help patients conquer their own dental anxieties and embrace a healthier,...
Ver todas las entradas