Profilaxis Antibiótica En Pacientes Cardíacos: 7 Procedimientos Que Lo Utilizan

Salud Oral: Profilaxis antibiótica en pacientes cardíacos

Las enfermedades cardíacas representan uno de los principales problemas de salud a nivel mundial, siendo la causa principal de mortalidad tanto en hombres como en mujeres. En el campo de la odontología, el paciente cardíaco se considera de riesgo debido a factores como el estrés de ciertos tratamientos dentales, el uso de anestésicos y otros medicamentos vasoconstrictores. Esta realidad subraya la importancia de identificar y manejar adecuadamente a estos pacientes antes de iniciar tratamientos odontológicos para prevenir complicaciones.

La relación entre las enfermedades cardíacas y los tratamientos dentales es compleja y multifactorial. Los procedimientos dentales pueden generar estrés y ansiedad, lo que a su vez puede afectar la salud cardíaca. Además, ciertos medicamentos utilizados en odontología, como los anestésicos, pueden tener efectos adversos en pacientes con condiciones cardíacas preexistentes. Por ello, es crucial para los profesionales de la salud dental reconocer a estos pacientes y adaptar sus métodos de tratamiento en consecuencia.

¿Qué es la profilaxis antibiótica?

La profilaxis antibiótica es una medida preventiva utilizada en pacientes susceptibles a infecciones, particularmente durante procedimientos dentales que implican riesgo de bacteriemia. Durante intervenciones como el cepillado dental, las bacterias presentes en la boca pueden entrar en el torrente sanguíneo, un fenómeno conocido como bacteriemia. Aunque en la mayoría de las personas, el sistema inmunológico elimina estas bacterias sin causar daño, en ciertos pacientes, especialmente aquellos con afecciones cardíacas, estas bacterias pueden viajar y causar infecciones en otras partes del cuerpo.

Este tratamiento preventivo es especialmente importante en la odontología debido a la naturaleza invasiva de muchos procedimientos dentales. Estos procedimientos, como las extracciones dentales o biopsias de glándulas salivares, pueden aumentar significativamente el riesgo de infección en ciertos pacientes. Por lo tanto, la administración de antibióticos antes de estos procedimientos puede ser crucial para prevenir complicaciones serias. Descubre opciones naturales para tratar infecciones dentales aquí.

Pacientes que requieren profilaxis antibiótica

La profilaxis antibiótica se aconseja para un grupo reducido de individuos que presentan determinadas condiciones cardíacas, lo que incrementa su probabilidad de desarrollar endocarditis infecciosa. Esta afección afecta la capa interna del músculo cardíaco. La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda considerar la profilaxis antibiótica en los siguientes casos:

● Personas con válvulas cardiacas artificiales

● Individuos con antecedentes de endocarditis

● Pacientes con cardiopatías congénitas

● Personas que han recibido trasplantes cardíacos y padecen enfermedad vascular cardíaca

Es importante recalcar que la profilaxis con antibióticos no se recomienda para todos los pacientes. Al igual que con cualquier medicación, los antibióticos deben emplearse únicamente cuando los beneficios esperados son mayores que los posibles riesgos asociados a su consumo.

¿Qué procedimientos odontológicos necesitan profilaxis antibiótica?

De acuerdo con las últimas directrices sobre profilaxis antibiótica emitidas por la Asociación Americana del Corazón y la Asociación Dental Americana, esta se recomienda en una amplia gama de procedimientos odontológicos, incluidos los de limpieza dental y extracciones. Generalmente, se aplica a cualquier procedimiento dental que involucre cirugía del tejido gingival o cualquier otra incisión en el tejido bucal. Esto incluye:

● Extracciones y cirugía oral.

● Procedimientos periodontales, incluyendo cirugías, raspados y alisados radiculares, mantenimientos periodontales, sondajes e irrigación subgingival.

● Tratamientos de endodoncia y cirugía periapical.

● Inserción de implantes dentales.

● Aplicación intraligamentaria de anestésicos locales, especialmente en zonas infectadas.

● Profilaxis dental o de implantes que puedan inducir sangrado.

● Perforación de la mucosa oral.

Las diversas enfermedades periodontales, como la gingivitis y la periodontitis, son fuentes potenciales de bacteriemia. Por lo tanto, mantener una excelente higiene bucal y la salud general de la boca es crucial para reducir la posibilidad de diseminación bacteriana en la sangre de pacientes con riesgo.

Profilaxis antimicrobiana para procedimientos dentales

Las diferentes guías sobre el régimen antibiótico presentan modificaciones similares, pero las recomendaciones de profilaxis sugeridas por la AHA son las más seguidas. La Amoxicilina administrada por vía oral es el medicamento preferido, debiendo tomarse entre 30 y 60 minutos antes del procedimiento dental.

En caso de una reacción alérgica a la Amoxicilina, la clindamicina se convierte en la alternativa, si no es posible administrar el medicamento por vía oral, existen opciones de administración intramuscular o intravenosa, también, se puede dar manejo con cefalexina.

Se ha establecido que en pacientes bajo tratamiento inmunosupresor, la clindamicina puede ser considerada como la primera opción, ya que este antimicrobiano cuenta con un amplio espectro de acción.

La dosificación del antibiótico prescrito varía en función de la edad y peso del paciente. Normalmente, los antibióticos orales se deben ingerir una hora antes del tratamiento dental. No obstante, si se olvida tomarlos con anticipación, es posible consumirlos unas horas después del procedimiento. Sin embargo, es primordial seguir las indicaciones del odontólogo y asistir a la consulta debidamente preparado.

Conclusión

En resumen, la profilaxis antibiótica en odontología es esencial para pacientes con ciertas afecciones cardíacas, con el objetivo de prevenir complicaciones serias como la endocarditis infecciosa. La selección y dosificación correcta del antibiótico, ajustada al perfil individual del paciente, es crucial antes de procedimientos dentales invasivos.

Además, la importancia de mantener una higiene bucal rigurosa no puede ser subestimada, ya que juega un papel vital en la reducción del riesgo de bacteriemia. Este enfoque preventivo y la colaboración entre paciente y odontólogo son fundamentales para garantizar un tratamiento seguro y eficaz.