Sedación en Odontología: 6 riesgos potenciales

¿Miedo o aversión al odontólogo? La sedación es la solución.

La aversión, el miedo, frente a los procesos odontológicos, es una circunstancia que acompaña a la humanidad desde hace varios años, situación a la que se le encontró solución con la odontología de sedación.

La sedación oral en odontología la utilizó por primera vez en 1844, el odontólogo estadounidense Horacio Wells, quien descubrió el efecto anestésico del óxido nitroso, también conocido como el “gas de la risa”, y lo administró para hacer una extracción dental.

Actualmente, los procedimientos que ofrece la odontología de sedación son relevantes en distintos tratamientos, ya que al promover la tranquilidad y reducir los niveles de ansiedad, facilitan la condiciones para las intervenciones dentales. En otras palabras, es una alternativa terapéutica pertinente para quienes manifiestan odontofobia.

Las exodoncias, las endodoncias y la colocación de implantes, son los procedimientos en los que regularmente se acude a la sedación, aunque se puede emplear en cualquier intervención odontológica.

Anestesia y sedación ¿Es lo mismo?

Con frecuencia, se asume que la anestesia y la sedación son dos términos para el mismo procedimiento, pero son dos técnicas diferentes.

1. La anestesia elimina la sensibilidad y lleva a la persona a un estado de inconsciencia total, adormecimiento. Se tienen dos niveles:

• Anestesia general, que se administra para intervenciones quirúrgicas complejas y en algunas intervenciones odontológicas.
• Anestesia local, que elimina la sensibilidad en determinado sector del cuerpo. Esta es la de uso frecuente en procedimientos odontológicos.

2. La sedación calma y facilita el manejo del estado anímico de la persona, generando cambios en el nivel de consciencia, desde una leve somnolencia a un nivel más profundo, en el que no hay reacción frente a estímulos fuertes o dolorosos.

Son técnicas complementarias. Es decir, el odontólogo puede administrar inicialmente un medicamento para tranquilizar al paciente, reducir su nivel de ansiedad, y después aplica la dosis de anestesia local requerida para el procedimiento.

¿Cuáles son las ventajas de la sedación en odontología?

Son varios los motivos odontológicos que generan angustia, estrés, miedo, y cada vez es más frecuente que los profesionales de la salud oral acudan a procedimientos de sedación para facilitar los tratamientos dentales.

Son distintos los beneficios de la sedación en los procesos odontológicos. Facilita el trabajo del odontólogo y permite que el paciente reciba el tratamiento que requiere, en mejores condiciones y pronósticos favorables.

La sedación facilita la tranquilidad y comodidad de la persona durante la intervención odontológica, circunstancia que tiene incidencia directa el desarrollo exitoso del procedimiento y sus resultados posteriores en la salud oral de la persona.

Desde la perspectiva del odontólogo, se puede realizar el procedimiento requerido, evitando inconvenientes relacionados con la condición emocional del paciente. Además, incrementa las posibilidades de cooperación del paciente.

¿Qué tipo de personas son aptas para la sedación odontológica?

La aversión frente a los procedimientos dentales es frecuente. Las personas que regularmente requieren esta ayuda para facilitar sus tratamientos dentales presentan algunas de las siguientes situaciones:

• Ansiedad o miedo a visitar al odontólogo.

• Dificultad para controlar los movimientos.

• Menor sensibilidad a la anestesia local.

• Miedo a las agujas (aicnofobia).

• Reflejo nauseoso, consecuencia de alta sensibilidad en la boca.

• Requerimientos especiales por condiciones físicas, cognitivas o conductuales.

No obstante, gran cantidad de personas no encajan en esta lista, pero acuden a los procesos de sedación odontológica para no perder piezas dentales.

Tipos de sedación odontológica

Son distintas las opciones de sedación que se tienen para facilitar los tratamientos odontológicos para quienes la visita al odontólogo no es una experiencia agradable.

La alternativa de sedación se determina de acuerdo con las condiciones y necesidades del paciente. El nivel de ansiedad, el tiempo que requiere el procedimiento odontológico y la historia médica de la persona, son algunos de los factores que inciden en esa decisión.

Estos son los tipos de sedación más frecuentes:

1. Sedación mínima inhalada: Utiliza la inhalación de óxido nitroso (gas de la risa). Se aspira el óxido a través de una máscara. Los efectos calmantes se registran en los cinco minutos siguientes. El odontólogo controla la dosis que administra y la ajusta durante el procedimiento. Al finalizar, se suministra oxígeno puro para eliminar el óxido nitroso del organismo.

2. Sedación oral: Su nivel puede ir de mínimo a moderado. Generalmente, se administra a través de una píldora que se toma una hora antes del procedimiento odontológico. Produce somnolencia, aunque la persona está despierta. Si se administra una dosis mayor, se habla de sedación moderada.

Si esta es la opción de sedación que se aplicará durante el tratamiento dental, se sugiere ir en compañía de una persona, ya que se pueden registrar efectos en las habilidades motoras.

3. Sedación intravenosa (IV): Es la forma más profunda de sedación consciente. El medicamento se recibe por vía intravenosa y hace efecto en menor tiempo. Facilita el control de la tensión nerviosa y motora de la persona. Además, permite ajustar el nivel durante la intervención y utilizar medicamentos de reversión.

Es necesario que durante la intervención se haga monitoreo de la frecuencia cardíaca, presión arterial y niveles de oxígeno.

4. Sedación profunda y anestesia general: Los medicamentos producen inconsciencia, la persona se duerme y necesita más tiempo para despertar.

La anestesia general es la alternativa para tratar a niños pequeños y personas adultas con necesidades especiales. Es un tipo de sedación inconsciente que requiere capacitación y experiencia por parte del profesional de la salud que adelanta el tratamiento. En estos casos, generalmente el odontólogo trabaja con un anestesiólogo.

Preparación anterior a la sedación

En la consulta previa a la intervención odontológica, el profesional informa a la persona sobre las alternativas de sedación. También se habla sobre la historia médica del paciente y sobre el consumo de medicamentos o tratamientos en curso.

Luego de tener esta información, se hacen las recomendaciones de sedación.

Estos son los pasos requeridos antes de un procedimiento odontológico de sedación:

• Revisar la historia clínica y determinar si es apropiada la sedación.

• Informar al odontólogo sobre medicamentos que se están tomando.

• El odontólogo debe dar indicaciones sobre el ayuno previo a la sedación.

• Diligenciar un formulario de consentimiento informado, documento que menciona los posibles riesgos.

• La dosis debe ser acorde con la edad y condición de salud de la persona.

• Hacer un seguimiento de los signos vitales, durante la intervención, de acuerdo con las pautas de la Asociación Dental Americana.

Si está tomando algún anticoagulante es necesario informarle al odontólogo.

Cuidados posteriores

Se recomienda asistir a la consulta odontológica en compañía de otra persona, para que le asista. Se pueden presentar situaciones que requieren de ayuda.

El efecto de la sedación desaparece aproximadamente dos horas después de finalizar el procedimiento. Durante este tiempo, es normal sentir somnolencia o disminución de los reflejos.

Riesgos y efectos secundarios

En el corto plazo, es decir, al finalizar el tratamiento odontológico, se puede experimentar:

• Somnolencia.

• Boca seca (xerostomía).

• Dolor de cabeza.

• Fiebre y ronquidos en los niños

• Náuseas y vómitos.

• Hipoxia / apnea, por la falta de oxígeno en las células y dificultad para respirar.

• Moretones, si la sedación fue intravenosa.

Determinar los efectos secundarios de los sedantes puede ser complejo y en raras ocasiones puede ocasionar una reacción alérgica.

Uso en niños y mujeres embarazadas

Generalmente es un procedimiento seguro en niños, sin embargo, es posible que algunos padres no se sientan cómodos con administrar este tipo de sustancias a sus hijos. En los niños se pueden observar efectos secundarios como:

• Irritabilidad

• Ronquidos o sonidos diferentes.

• Fiebre

• Náuseas y vómito

En algunos niños es posible observar que tardan más tiempo en despertarse, por lo que el efecto del sedante se pueda ver prolongado. En caso de que ocurra el niño debe permanecer bajo observación. Es posible presentar algunos de los efectos secundarios y tienden a desaparecer en uno o dos días

Para las mujeres embarazadas no se recomienda la odontología de sedación porque algunos de los medicamentos sedantes pueden tener efectos en el desarrollo normal del bebé. Solo en casos excepcionales, es posible considerar el uso de oxido nitroso, durante el segundo trimestre de gestación. Por regla general los odontólogos prefieren usar la sedación, hasta después del embarazo.

Frente a la odontofobia, el remedio es la sedación

Para quienes tienen aversión, rechazo, miedo, odontofobia, los procedimientos de sedación son una alternativa para evitar efectos mayores en la salud oral.

Ansiedad, miedo y otras reacciones que se pueden presentar en las intervenciones dentales es posible controlarlas, a través de la sedación.

Además, facilita el procedimiento odontológico requerido, en beneficio de la salud oral de la persona, optimizando los tiempos de intervención.