¿Es malo cepillarse mucho los dientes? Señales de alerta

¿Es cierto que es malo cepillarse mucho los dientes?

Cepillarse los dientes es fundamental para mantener una buena salud bucal, pero muchas personas no saben que exagerar con el cepillado puede ser perjudicial. Aunque la higiene oral es clave para prevenir caries y enfermedades de las encías, hacerlo con demasiada frecuencia o con demasiada fuerza puede desgastar el esmalte dental y causar sensibilidad, retracción de encías e incluso irritación en la boca.

Si notas encías inflamadas, sangrado frecuente o un aumento en la sensibilidad dental, podrías estar cepillando demasiado fuerte o con demasiada frecuencia. Estas señales de alerta indican que es momento de ajustar tu técnica y la presión que ejerces al cepillarte. En este artículo, exploraremos cómo encontrar el equilibrio adecuado para una limpieza efectiva sin dañar tu sonrisa.

¿Por qué es importante cepillarse los dientes?

Realizar un correcto cepillado dental es fundamental para mantener la salud bucal y contribuir a tener una buena salud general. No es solo pensar en que debemos tener una sonrisa saludable sino en darle la importancia de que las afecciones dentales pueden también afectar al bienestar general. Realizar una práctica de cuidado dental de manera adecuada y con la frecuencia recomendada es clave para evitar problemas a largo plazo.

A continuación, te explicamos por qué es tan importante cepillarse los dientes todos los días:

● Eliminación de la placa dental: durante el día la comida deja restos de ella y rastros de bacterias sobre la superficie dental, formando con ello la placa dental, la cual sino se elimina de manera adecuada se convierte en sarro aumentado la posibilidad de ocasionar caries y enfermedades en las encías.

● Aliento fresco: las responsables del mal aliento son aquellas bacterias que quedan acumuladas en la boca, al realizar un cepillado dental después de las comidas y de manera correcta ayuda a eliminarlas, manteniendo un aliento fresco.

● Protege y fortalece el esmalte dental: para mantener un esmalte dental sano y fuerte se recomienda el uso de flúor en la pasta dental ya que protege los dientes de la acción del ácido producido por las bacterias, reduciendo de esta manera el riesgo a caries.

● Previene enfermedades de las encías: Una higiene oral deficiente puede provocar inflamación y sangrado en las encías, lo que puede derivar en gingivitis o incluso en periodontitis, una enfermedad más grave que puede causar la pérdida de dientes. Cepillarse adecuadamente ayuda a reducir la acumulación de bacterias y a mantener las encías sanas.

● Salud general: Numerosos estudios han demostrado que la salud bucal está estrechamente relacionada con la salud general. Las infecciones en la boca pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y otras afecciones sistémicas. Mantener una correcta higiene oral puede contribuir a la prevención de estos problemas.

¿Cómo saber si es malo cepillarse mucho los dientes y qué señales indican un cepillado excesivo?

En la rutina de higiene bucal es esencial el cepillado dental, cuando lo hacemos de manera excesiva o aplicamos mucha fuerza suele ocasionar daño. La mayoría de las personas piensan que si aplican más fuerza en el cepillado dental dejará sus dientes más limpios y en realidad lo que está ocasionando es daño en los dientes y en las encías.

Si te preguntas si te estás cepillando demasiado, presta atención a las siguientes señales de alerta:

1. Encías retraídas

Cuando se ejerce una presión excesiva en el cepillado dental las encías comienzan a retraerse, ocasionando la exposición de los dientes, y dando como resultado una alteración en la estética dental junto con sensibilidad dental y algunas ocasiones caries radicular. Si percibes que tus dientes se ven más largos de lo normal podría ser un signo de que las encías se están comenzando a retraer.

2. Sensibilidad dental

De los principales síntomas cuando se realiza un cepillado con una fuerza excesiva es la sensibilidad dental. Cuando se consumen alimentos o bebidas frías, calientes o dulces y notas dolor o molestia es posible que la capa más superficial del diente se esté desgastando. Esta condición puede hacer que comer o beber ciertos alimentos sea incómodo y, en casos más avanzados, requerir tratamientos para proteger la estructura dental.

3. Desgaste del esmalte dental

El esmalte dental es la capa protectora que recubre los dientes y los mantiene fuertes. Sin embargo, si se cepilla con demasiada fuerza o con un cepillo de cerdas duras, el esmalte puede desgastarse gradualmente. Un signo evidente de este problema es el cambio en el color de los dientes: pueden verse más amarillos debido a la exposición de la dentina subyacente, y presencia de sensibilidad dental.

4. Aumento riesgo de caries

Cuando se realiza un cepillado excesivo se debilita el esmalte dental dejando expuesta la dental facilitando la acción de las bacterias haciendo que los dientes sean más propensos a presentar caries. El cepillado excesivo también puede ocasionar una alteración en el equilibrio de la flora bacteriana de la boca disminuyendo su capacidad de autodefensa.

5. Problemas en las restauraciones dentales

Un cepillado con mucha fuerza puede ser agresivo y desgastar el material de restauraciones como empastes, coronas y carillas, reduciendo su vida útil aumentando el riesgo de que las restauraciones se despeguen o se filtre. Es importante realizar el cepillado con cuidado con un cepillo de cerdas suaves y movimientos delicados.

6. Sangrado en las encías

Cuando se nota un sangrado leve puede estar relacionado con el uso del hilo dental, pero cuando ya es un sangrado constante cada vez que se realiza el cepillado dental puede ser una señal de un cepillado agresivo que está ocasionando irritación e inflamación de las encías, lo que puede provocar una gingivitis e incluso desarrollar enfermedades periodontales. Si notas que tu cepillo de dientes tiene rastros de sangre con frecuencia, considera suavizar la presión y utilizar un cepillo de cerdas suaves.

7. Cepillos de dientes desgastados en poco tiempo

No debemos olvidar que la vida de un cepillo es de tres meses, pero si notamos que las cerdas se desgastan, deforman o abren en pocos días, hay altas probabilidades de que se esté aplicando una fuerza excesiva en el cepillado dental. Debemos recordar que un cepillo desgastado no realiza una limpieza eficaz. Si notas algunos de estos signos, es necesario que lo cambies.

¿Cómo evitar el cepillado excesivo?

Si identificas algunas de las señales mencionadas anteriormente, es importante no ignorarlas y realizar algunos cambios en tu rutina de higiene oral, como:

● Usa un cepillo de cerdas suaves para minimizar la agresión en dientes y encías. Si no sabes cuál elegir, te dejamos algunas recomendaciones.

● Aplica una presión ligera y realiza movimientos suaves en lugar de frotar con fuerza.

● Opta por una técnica adecuada, como la técnica de Bass, en la que el cepillo se coloca en un ángulo de 45° con respecto a las encías y se realizan movimientos cortos y suaves.

● Cepíllate durante dos minutos, dos o tres veces al día, sin exceder esta frecuencia.

● Considera el uso de un cepillo eléctrico con sensor de presión, que te alertará si estás aplicando demasiada fuerza.

Recuerda que cepillarse bien no significa hacerlo con más fuerza, sino con la técnica correcta. Un buen cepillado protege tu sonrisa sin comprometer la salud de tus dientes y encías.

¿Qué hacer si es malo cepillarse mucho los dientes y ya tienes problemas por ello?

Si comienzas a notar la presencia de sensibilidad dental, desgaste del esmalte o encías retraídas y consideras que es por cepillado excesivo, se recomienda tomar ciertas precauciones para evitar que el daño avance. A continuación, te explicamos qué hacer para proteger tu salud bucal y corregir los efectos de un cepillado demasiado agresivo.

Visita a tu dentista

Acudir a un profesional es el primer paso a realizar cuando se noten los efectos de un cepillado con mucha fuerza. Un dentista podrá determinar el estado tus encías y dientes, así como también está capacitado para establecer un diagnóstico y tratamiento adecuado según la gravedad del daño, algunas de las soluciones incluyen:

● Pasta dental para dientes sensibles: Formuladas con ingredientes como el nitrato de potasio o el fluoruro de estaño, estas pastas ayudan a aliviar la sensibilidad dental y proteger el esmalte.

● Tratamientos con flúor: Aplicaciones de flúor en gel o barniz pueden reforzar el esmalte debilitado, reducir la sensibilidad y prevenir la aparición de caries.

● Injertos de encías: Si el cepillado agresivo ha provocado una recesión gingival severa, el dentista podría recomendar un injerto de encía para cubrir las raíces expuestas y proteger los dientes.

Cambia tu cepillo dental

La elección de un cepillo de dientes que no se adapte a tus necesidades siendo este inadecuado puede ocasionar problemas en dientes y encías, para evitarlo recomendamos lo siguiente:

● Elegir un cepillo de cerdas suaves o extrasuaves: ideal para limpiar de manera adecuada las superficies dentales sin ocasionar daño en dientes y encías.

● Opta por un cepillo eléctrico con sensor de presión: estos cepillos nos indican con un cambio de luz cuando estamos aplicando una fuerza excesiva durante el cepillado dental.

● Cambia el cepillo cada tres meses: la vida media de un cepillo dental es de tres meses por lo que se recomienda su cambio una vez transcurrido dicho tiempo, otra indicación de cambiarlo antes cumplirse el plazo indicado es que se note que las cerdas del cepillo están desgastadas o abiertas.

Rutina de cuidado dental adecuada

Mantener, establecer, o modificar la rutina con la que cuidas tu salud bucal es esencial para evitar daños, es importante incorporar los siguientes pasos a tu rutina:

● Cepillado de dientes con suavidad, movimientos lentos y circulares sin aplicar mucha fuerza.

● El uso de seda dental, es esencial para la eliminación de restos de comida y placa dental que queda acumulado entre los dientes y donde el cepillo dental no puede llegar, se recomienda por lo menos una vez al día preferiblemente en el cepillado de la noche.

● Enjuague bucal sin alcohol, que ayude a reducir bacterias y mantener las encías saludables sin causar irritación adicional.

Entonces, ¿es malo cepillarse mucho los dientes? Para mantener una sonrisa saludable, es fundamental encontrar un equilibrio en la higiene oral. Cepillarse los dientes con la técnica adecuada y sin ejercer demasiada presión ayuda a prevenir problemas como la sensibilidad dental, el desgaste del esmalte y la retracción de encías. Si ya experimentas estos efectos, realizar ajustes en tu rutina y visitar a un dentista puede ayudarte a corregirlos.

Recuerda, una buena salud bucal no depende de la fuerza con la que te cepillas, sino de la constancia y el uso de las herramientas adecuadas. ¡Cuida tu sonrisa con inteligencia!