Cirugía De Cáncer Oral: 6 Intervenciones Efectivas

Cirugía de cáncer oral: en qué consiste, cuidados y tipos de cirugía

Cada año se diagnostican 380.000 nuevos casos de cáncer oral en el mundo. Así lo señaló la Organización Mundial de Salud en noviembre de 2022.

Respecto de la prevalencia de esta enfermedad en los Estados Unidos, el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial informó que en ese país se diagnostica más de 53.000 casos anualmente y que el cáncer oral registra mayor prevalencia en personas mayores de 40 años.

El cáncer oral es una consecuencia de la mutación del ADN de las células de la cavidad oral, cambio que provoca efectos adversos para la salud por los comportamientos anómalos que manifiestan las células involucradas y sus correspondientes lesiones o úlceras en distintas partes de la boca: labios, encías, lengua, parte interna de las mejillas, el paladar (techo de la boca), la base de la boca (debajo de la lengua).

La aglomeración de las células cancerígenas puede llegar formar un tumor y provocar que la enfermedad se extienda a otras zonas del cuello, la cabeza o el cuerpo. Este proceso expansivo se conoce como metástasis.

¿En qué consiste la cirugía de cáncer oral?

Si el cáncer oral se diagnostica a tiempo es posible aplicar distintas alternativas de tratamiento y una es la cirugía, según el avance y estado de la enfermedad.

En la cirugía para el tratamiento del cáncer oral se extirpa cualquier tejido que pueda estar afectado. En ocasiones, será necesario retirar también los ganglios linfáticos cercanos para prevenir la propagación de la enfermedad.

La cirugía para el tratamiento del cáncer oral puede ser complementada con sesiones de radioterapia o quimioterapia, con el propósito de eliminar las células cancerígenas restantes y reducir el riesgo de reincidencia.

¿Cómo se diagnostica el cáncer oral?

Para hacer el diagnóstico del cáncer oral se tienen dos opciones:

• La exploración física de los labios y la boca que realiza el odontólogo o el médico para observar si se registran irritaciones, llagas o parches blancos.

• La extracción de una parte de tejido para hacer una biopsia. Este examen se practica si se encuentra algún tejido sospechoso. La muestra de tejido se analiza en el laboratorio para determinar si hay indicios de cáncer.

Posterior al diagnóstico, el profesional de la salud realizará los análisis necesarios para determinar la etapa del cáncer.

Uno de los procedimientos para establecer la etapa de desarrollo es la endoscopia, la cual se hace con la ayuda de una micro-cámara que permite observar la garganta y revisar si hay signos de metástasis en esa zona del cuerpo.

Otra opción es el diagnóstico por imágenes que puede ser con una radiografía, una tomografía, la resonancia magnética y la tomografía por emisión de positrones (PET Scan), entre otras.

¿Cuáles son los tipos de cirugía para el cáncer oral?

Hay distintos tipos de intervenciones y cada uno de éstos trata el diagnóstico, según el tamaño, la ubicación del cáncer y su etapa de evolución.

1. Ablación láser

Utiliza un láser de alta energía para quemar y vaporizar el tejido afectado. Es un método preciso y menos invasivo que la cirugía convencional, y puede ser útil para tratar tumores pequeños.

2. Extirpación

Se retira el tumor y una parte del tejido cercano para tener mayor probabilidad de éxito en la intervención. Si el tumor es de gran tamaño, puede ser necesario extraer una parte del hueso de la mandíbula afectada (resección mandibular).

3. Disección del cuello

Si se identifica el riesgo de que las células cancerígenas se han diseminado a los ganglios linfáticos del cuello -o hay riesgo de que esto ocurra-, se procede a extirpar los ganglios linfáticos y el tejido cercano para prevenir la propagación de la enfermedad. Es posible que se requiera tratamiento adicional, posterior a la cirugía.

4. Cirugía micrográfica

También se le llama cirugía de Mohs. Consiste en retirar el tejido afectado por capas muy delgadas. Cada capa se analiza para identificar si hay células cancerígenas. Se extraen las capas de tejido necesarias hasta que se alcancen zonas que no muestran estar afectadas por la enfermedad. Este método reduce la cantidad de tejido que se retira, pero requiere más tiempo.

5. Cirugía reconstructiva

Después de la cirugía de resección o extirpación, puede ser necesaria esta intervención para restaurar la forma y la función de la boca. En este caso, se acude a los injertos de piel o hueso, o la colocación de prótesis dentales o mandibulares.

6. Glosectomía

Es la extirpación de la lengua y puede ser necesaria para tratar el cáncer en ese órgano sensorial que hace parte de la cavidad oral. En el caso de tumores pequeños se hace una glosectomía parcial. Tumores de mayor tamaño pueden requerir una glosectomía total.

Preparación para la cirugía de cáncer oral

Es fundamental hablar con el médico para identificar si se tienen otras alternativas terapéuticas o definir el momento de la intervención. Ese diálogo es el momento de consultar todas las inquietudes que se tengan: riesgos durante la intervención, tratamientos adicionales posteriores, consecuencias si no se asume la cirugía, probabilidad de éxito, tiempo de recuperación, etc.

El tiempo de espera entre el diagnóstico y la intervención quirúrgica depende del avance de la enfermedad, la etapa en la que se encuentre. En algunos casos, se requiere operar lo más pronto posible. Otros diagnósticos pueden recurrir a la radioterapia o quimioterapia antes de la cirugía.

En la fase preoperatoria, el equipo médico suministra información detallada sobre el procedimiento para que el paciente autorice la cirugía: riesgos, efectos secundarios y beneficios, entre otros aspectos. Esto se conoce como el consentimiento informado y se debe firmar el documento correspondiente.

También se requiere practicar algunos exámenes clínicos para determinar si la persona está condiciones de salud aptas para la cirugía.

El médico dará la instrucción correspondiente para el tiempo de ayuno previo a la intervención y así evitar inconvenientes con la anestesia. Esta puede ser de administración local, regional o general, según la magnitud de la cirugía.

Recuperación de una cirugía de cáncer oral

Es probable que al despertar, no se tenga deseos de ingerir alimentos o líquidos. Con el paso del tiempo posoperatorio, el sistema digestivo recuperará su actividad normal. En esos primeros días, generalmente se administra una dieta suave basada en líquidos que evolucionará, de acuerdo con el proceso de recuperación.

Dolor, inflamación, dificultad en la ingesta de alimentos y para hablar, cambios en la apariencia de la boca y la cara, son algunos de los efectos secundarios de esta intervención. Generalmente, éstos son temporales y se tratan con medicamentos.

La intervención tiene riesgos de sangrado e infección. Además, afecta el aspecto físico y la capacidad para hablar. Estas circunstancias se tratan con terapias complementarias.

Después de la intervención, se requiere seguir algunos cuidados para garantizar una recuperación exitosa y prevenir complicaciones. Con tal propósito, el cirujano dará indicaciones sobre el cuidado del área operada, las cuales se deben seguir.

La dieta a seguir durante la recuperación, así como la práctica higiene oral, son algunos de los aspectos hacen parte de las instrucciones para el periodo de recuperación.

¿Cuándo es oportuno consultar con el médico?

El cáncer oral presenta unos signos y síntomas que se pueden detectar rápidamente:

• Dolor bucal.

• Dolor de oído.

• Dificultad o dolor al tragar.

• Dientes flojos.

• Una llaga en los labios o la boca que no cicatriza.

• Un parche blanco o rojizo en la parte interna de la boca.

• Un crecimiento o protuberancia dentro de la boca.

Si se perciben algunas de estas señales se debe consultar con el médico o el odontólogo para que se adelante la valoración y exámenes requeridos que permitan determinar el diagnóstico.

Actuar a tiempo es dar opción a la salud oral

Al primer signo de alarma, consulte con el profesional de la salud que le atiende. Esto dará mayor oportunidad para conocer un diagnóstico temprano y recurrir a la ruta de tratamiento indicada de manera proactiva y no reactiva. Así se evitan situaciones de mayor complejidad para la salud oral y el bienestar integral.