¿Qué Es El Injerto Óseo Dental? 4 Tipos Conocidos

El injerto óseo dental es el procedimiento quirúrgico más recomendado en los tratamientos de rehabilitación y reconstrucción odontológica, ya que permite recuperar el hueso que se ha perdido en las encías, por causa de traumatismos, situaciones patológicas congénitas o enfermedad periodontal.

El injerto óseo dental permite restablecer aspectos estéticos y funcionales de la mandíbula y del sistema dentario, en general

A través de esta opción terapéutica se logra:

• Fusionar articulaciones y reducir el movimiento.

• Rehabilitar huesos fracturados que presentan pérdida ósea.

• Restaurar un hueso lesionado que no ha sanado.

¿Cuáles son los tipos de injertos óseos dentales?

Se conocen cuatro tipos de injerto óseo dental y cada uno de éstos brinda solución a una condición específica de salud oral.

1. Aumento de cresta.

Cuando se ha tenido ausencia de piezas dentales por bastante tiempo, la mandíbula puede estar más delgada. Este tipo de injerto incrementa el ancho y el volumen de la mandíbula, proporcionando una base estable para la rehabilitación oral.

2. Conservación de sockets.

Es un procedimiento que también se conoce como preservación de cresta. El injerto óseo se coloca en el alvéolo, inmediatamente después de una exodoncia, para llenar el espacio que ocupaba el diente extraído y evitar que los lados del alvéolo se afecten.

3. Elevación sinusal.

La ausencia de los dientes posteriores superiores provoca la caída de los senos paranasales, invadiendo el espacio que ocupaban las raíces de los dientes. En estos casos, es necesario elevar los senos paranasales y ubicarlos en la posición correcta. Luego se coloca un injerto óseo dental debajo, creando una base sólida que facilita realizar intervenciones de rehabilitación, posteriormente.

4. Injerto en bloque.

Es un procedimiento quirúrgico que adiciona tejido óseo en un área que registra falencia ósea, situación que se debe corregir para restablecer el soporte y recuperar la condición estructural.

5. Injerto óseo periodontal.

El hueso que sostiene los dientes se puede ver afectado por enfermedades de las encías, situación que provoca que los dientes se aflojen. Para facilitar la rehabilitación, se coloca un injerto óseo periodontal alrededor de un diente existente, procedimiento que reduce la movilidad y proporciona soporte adicional.

En el caso del injerto óseo dental que tiene como objetivo permitir la rehabilitación con implantes dentales, se requiere que los injertos estén sanos, antes del procedimiento necesario para colocar los implantes.

¿Qué procedimiento sigue un injerto óseo dental?

El primer paso es hacer un diagnóstico para verificar la condición de salud de los dientes, las encías y la mandíbula. Esto requiere de exploraciones dentales y radiografías, con el propósito de conocer la magnitud de la pérdida de hueso.

A partir del diagnóstico, el odontólogo presenta las opciones de tratamiento y se diseña el plan de intervención a seguir para lograr una respuesta eficaz a las necesidades identificadas.

1. Etapa pre-quirúrgica.

Se recomienda suspender la ingesta de comida y bebidas 8 horas antes del procedimiento. El odontólogo tratante dará las indicaciones correspondientes, según el tipo de anestesia que se vaya a utilizar.

Es importante informar al profesional de la salud sobre los medicamentos que se consumen, especialmente anticoagulantes, ya que incrementan el riesgo de hemorragias.

2. La intervención.

Al iniciar el procedimiento, se aplica anestesia local y se hace una pequeña incisión en las encías para mover el tejido hacia atrás, dejando visible la mandíbula. Paso seguido, se limpia y desinfecta el área para colocar el injerto, en medio de dos secciones de hueso, para facilitar su crecimiento. El tejido óseo que se injerta se fija con un material adhesivo, una membrana o con tornillos especiales.

Por último, se reposiciona el tejido de la encía y se sutura la incisión.

3. El periodo de recuperación.

Después de la intervención se presenta dolor e hinchazón, síntomas que se puede manejar con analgésicos. Generalmente, el odontólogo prescribe algunos medicamentos antibióticos para prevenir algún tipo de complicación por infección.

• En algunas ocasiones, en los primeros días posteriores a la intervención se perciben fragmentos de hueso que salen de la zona del injerto -similares a granos de sal-, pero no es una situación que indique alguna complicación.

• El tiempo de recuperación posterior a la intervención está entre una y dos semanas.

• El tiempo promedio para que el injerto sane está entre tres y nueve meses

• Es probable que se recomiende no consumir medicamentos antiinflamatorios no esteroideos como ibuprofeno y naproxeno, ya que retardan la fusión ósea.

Para el cuidado durante los días siguientes a la intervención, se puede:

• Aplicar compresas de hielo. Reducen el dolor y la inflamación.

• Las dos primeras noches siguientes al procedimiento, dormir con la cabeza ligeramente elevada.

• Tener una dieta blanda y suave durante los primeros días.

Evite

• Consumir bebidas calientes.

• El consumo de tabaco y los parches de nicotina

• Ingerir alimentos crujientes o duros.

• Hacer actividad física que ponga en riesgo la incisión.

Luego de colocar el injerto óseo se da paso al proceso de regeneración del tejido.

¿Qué material se utiliza en un injerto óseo dental?

El material requerido para el injerto óseo dental puede tener distintas fuentes de origen:

1. Se puede tomar del propio cuerpo de la persona (autógeno), lo cual facilita el proceso de curación y la regeneración del tejido óseo.

2. Comprarlo en un banco de tejidos humanos (aloinjerto).

3. Adquirirlo en un banco de tejidos animales (xenoinjerto).

4. Material sintético (aloplasto).

¿Cuál es el costo de un injerto óseo dental?

1. Los costos de esta opción terapéutica dependen de la complejidad de la intervención y el tipo de material que se utilice.

2. En promedio del costo de un injerto está entre los $400 y los $1.200, para los casos en que el material requerido viene de una fuente externa.

3. Si el tejido óseo se toma del propio cuerpo de la persona, ese monto puede llegar a las $2.000 o incluso superarlo.

4. Si se presenta una falla en los conductos radiculares, el costo puede llegar a los $2.500.

La cobertura de los planes de aseguramiento en salud dental no incluye los costos de este procedimiento.

Si el odontólogo señala que el injerto óseo dental es necesario, la empresa aseguradora cubre parte del costo. Si el procedimiento responde a factores estéticos, el seguro dental no asume ningún costo.

¿Qué riesgos y complicaciones puede tener un injerto óseo dental?

Los injertos óseos dentales tienen alto índice de éxito, pero el procedimiento implica algunos riesgos:

• Daño en los nervios.

• Efectos adversos de la anestesia.

• Infección posterior a la intervención

• Sangrado abundante / coágulos de sangre.

En las personas que fuman o que tienen condiciones de salud que comprometen el sistema inmunitario, se pueden presentar los siguientes síntomas:

• Dolor e inflamación que empeora después de la primera semana.

• Pus que sale del sitio del injerto.

• Recesión de las encías.

• No se observa mejoría en el volumen de la mandíbula.

Si se presenta alguno de los síntomas mencionados o se percibe pus en la zona del injerto, es prioritario comunicarse con el odontólogo para que se apliquen los procedimientos requeridos, ya que se puede tratar de un rechazo al tejido óseo adicionado.

¿Cuáles son los beneficios del injerto óseo dental?

El injerto óseo dental permite tener una mejor probabilidad de ser un candidato apto para recibir tratamientos de rehabilitación oral a través de implantes u otras terapias, en zonas de la encía que presentan déficit de hueso.

Además, permite que la mandíbula recupere su forma original, evitando situaciones que afectan la funcionalidad y la apariencia física.

Por lo tanto, este procedimiento se recomienda en personas con:

• Extracción dental

• Reemplazo de una pieza dental con un implante.

• Reconstrucción de mandíbula antes de poner una dentadura postiza.

• Zonas de pérdida ósea dental debido a alguna enfermedad en las encías.

Conclusión

El injerto óseo dental es una alternativa terapéutica de rehabilitación oral que debe ser diagnosticada por un odontólogo, quien de acuerdo con la valoración que realice de la condición de salud oral de la persona, determinará si es la opción pertinente y cuál es el procedimiento a seguir.