Last Updated on: 15th octubre 2024, 07:24 am
Q.F. Nayibe Cubillos Morales
Dr. Gustavo Assatourians D.D.S
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La Ránula: Manejo, tratamiento y complicaciones
La ránula es una afección bucal que, aunque relativamente poco común, puede causar molestias significativas a quienes la padecen.
En este artículo hablaremos de la ránula, explorando sus causas, diagnóstico y opciones de tratamiento disponibles. Desde la cirugía hasta las terapias no invasivas, analizaremos a fondo las estrategias para abordar esta condición, así como las posibles complicaciones que los pacientes y los profesionales de la salud dental deben tener en cuenta. Nuestro objetivo es proporcionar una visión completa del manejo de la ránula, lo que permitirá a los pacientes conocer las soluciones disponibles para esta patología.
¿Qué es una ránula?
Una ránula es una protuberancia llena de moco que aparece en el suelo de la boca, debajo de la lengua. Se manifiesta como una masa de tono azulado, suele ser indolora y tiene una consistencia fluctuante.
¿Qué causa una ránula?
Las causas subyacentes de las ránulas son diversas e incluyen traumas en los conductos salivales, lo cual es la causa más común, así como obstrucciones mecánicas, debidas a cálculos o tapones de moco. También pueden ser generadas por enfermedades inflamatorias crónicas como el síndrome de Sjogren o infecciones por VIH. Aún así, muchas ránulas no tienen una causa conocida.
¿Cuáles son los tipos de ránulas?
Existen dos tipos de ránulas.
● Ránulas orales o simples: Generalmente se originan a raíz de traumatismos en las glándulas salivales, aunque no siempre es así. Se observan al interior de la boca.
● Ránulas cervicales o hundidas: El contenido mucoso de la lesión penetra hacia los tejidos más profundos, detrás de los músculos bajo la lengua. A menudo no presentan alteraciones notables en la cavidad oral, sino que se observa un abultamiento en la zona del cuello. Según los expertos, aproximadamente la mitad de las ránulas cervicales se producen como resultado de una extirpación incompleta de las ránulas orales.
Tratamiento de las ránulas:
Como para cualquier condición médica, el tratamiento de una ránula puede variar de acuerdo con la condición del paciente, es decir: su estado de salud general, ubicación, tamaño y causa de la ránula.
Para el tratamiento de esta afección se suele emplear un abordaje quirúrgico, aunque también existen procedimientos menos invasivos, que podrían ser aplicados de acuerdo con la situación particular de cada persona. Las opciones de tratamiento para una ránula comprenden:
1. Drenaje:
Es un tratamiento que se emplea como manejo de urgencia, en caso de que la ránula esté causando incomodidad al paciente y en el momento no sea posible realizar un tratamiento definitivo. Consiste en realizar una incisión que permita el drenaje del contenido de la ránula, disminuyendo así su tamaño. No obstante, este no se considera un tratamiento definitivo y la lesión podría persistir.
2. Escisión quirúrgica:
La escisión o retiro quirúrgico de la lesión junto con la glándula salival que causa el problema ha sido reportado como el tratamiento más efectivo para las ránulas. Al eliminar la causa, la probabilidad de que la ránula aparezca nuevamente es muy baja.
3. Marsupialización:
Es un procedimiento en el cuál se abre una pequeña ventana, fijada con puntos de sutura, por la que el líquido contenido al interior de la ránula puede drenar continuamente, hasta que la lesión desaparece.
Sin embargo, si la ránula no logra ser eliminada por esta técnica es necesario realizar la escisión quirúrgica de la glándula salival. Se ha demostrado que cuando se tratan las ránulas mediante marsupialización, estas podrían regresar entre un 36,4% y 66,7% de los casos.
4. Tratamiento láser:
El láser provee terapias menos agresivas y con periodos de recuperación más cortos, que podrían funcionar para el tratamiento de ránulas pequeñas.
5. Terapia esclerosante inyectable:
Existen algunos medicamentos que pueden ser inyectados en la zona, produciendo una reacción inflamatoria que ayuda a resolver la ránula. No obstante, por lo regular se requiere más de una inyección para lograr el efecto deseado. Es importante mencionar que esta terapia funciona en el 91,2% de los casos, pero cerca del 22% de los casos podrían reaparecer. Por lo tanto, suele limitarse al manejo de ránulas pequeñas.
Tratamientos naturales para la ránula:
Varios tratamientos naturales pueden ser útiles para aliviar los síntomas asociados con la ránula. Un método efectivo es realizar enjuagues bucales con agua tibia salada. Esta solución puede contribuir a disminuir la inflamación y favorecer la cicatrización. Para ello, disuelva una cucharadita de sal en una taza de agua tibia y realice enjuagues bucales varias veces al día.
El aceite de árbol de té es otra opción natural para tratar la ránula. Este aceite posee cualidades antibacterianas y antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir el tamaño del quiste. Aplique unas gotas del aceite directamente sobre la zona afectada y masajee suavemente.
Finalmente, el aloe vera es un remedio casero eficiente para la ránula. Sus propiedades antiinflamatorias pueden aliviar la hinchazón y el dolor. Aplique una pequeña cantidad de gel de aloe vera en el área afectada y deje actuar durante unos minutos antes de enjuagar.
¿Qué dicen los expertos?
Aunque se han propuesto tratamientos menos invasivos que el retiro quirúrgico de la glándula salival sublingual, se ha demostrado que: en los casos de ránulas superficiales, si estas no son retiradas junto con la glándula salival que generó el problema, la afección puede regresar entre el 25% y el 56,7% de los casos.
¿Las ránulas profundas requieren incisiones en el cuello?
No. La mayoría de las ránulas profundas pueden tratarse a través de la boca. Se puede obtener una solución eficaz extirpando la glándula sublingual realizando una pequeña incisión en el piso de la boca, justo por debajo de la lengua. Este acceso permitirá evacuar la acumulación de moco en la zona.
¿Cuál es el tiempo de recuperación de la cirugía de ránula?
La recuperación posterior a una cirugía de ránula puede tardar entre 1 y 2 semanas. Por lo regular, su médico colocará puntos de sutura que se disolverán por sí mismos al cabo de unos días. Los siguientes factores podrían modificar los tiempos de recuperación:
● Edad del paciente.
● Otras enfermedades asociadas, como diabetes.
● Alimentación.
● Quietud.
Cuidados posteriores a una cirugía de ránula:
Toma en cuenta los siguientes consejos posteriores a una cirugía de ránula:
● Guarda reposo.
● Evita dormir demasiado acostado, procura colocar 2 o 3 almohadas bajo tu cabeza.
● No realices esfuerzos ni ejercicio físico durante dos semanas.
● Prefiere una alimentación blanda y balanceada, rica en verduras, proteína y vitamina C.
Complicaciones asociadas a una ránula
Antes de realizar el tratamiento:
● Infecciones
● Ruptura y reaparición de la ránula.
● Problemas para comer y respirar, cuando se trata de ránulas grandes.
Durante la cirugía:
● Hemorragias.
● Daño a los conductos salivares adyacentes, que pueden causar obstrucciones.
● Daño al nervio lingual, lo que puede causar adormecimiento o pérdida de sensibilidad en la lengua, de forma transitoria o permanente.
● Daño a nervios que controlan el movimiento del labio inferior y el mentón.
Después de la cirugía:
● Hematomas o moretones.
● Infecciones.
● Cicatrización inadecuada.
¿Las ránulas pueden ser peligrosas?
Aunque no es frecuente, las ránulas cervicales o hundidas pueden adoptar un gran tamaño, comprometiendo la función respiratoria. También pueden causar una condición llamada mediastinitis aguda; se trata de una infección grave en la zona del pecho llamada mediastino, donde se encuentran muchos órganos vitales, por lo que podría ser potencialmente mortal.
Conclusiones
El tratamiento de la ránula varía según la situación del paciente, con enfoque en la cirugía para la extirpación de la glándula salival sublingual como tratamiento más efectivo, pero también se exploran alternativas menos invasivas, como la terapia láser o la inyección de sustancias esclerosantes.
A pesar de su relativamente baja incidencia, las ránulas pueden llevar a complicaciones significativas, como infecciones, daños a los nervios y, en casos graves, la posibilidad de una mediastinitis aguda potencialmente mortal. Por lo tanto, es esencial un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado para abordar esta afección.
Preguntas frecuentes
¿Cuál es la terapia más efectiva para una ránula?
La manera de abordar una ránula varía según distintos factores como su magnitud y la severidad de los síntomas que provoque. En algunos casos, la ránula podría desvanecerse de manera espontánea, pero en la mayoría de los escenarios, se requiere intervención médica. Las alternativas de tratamiento pueden incluir la aspiración mediante una aguja, el corte y vaciado del quiste, la marsupialización, o incluso la eliminación completa de la ránula a través de una cirugía.
¿Cuál es la estrategia terapéutica para una ránula?
Una de las alternativas para tratar la ránula es la marsupialización, en la que el profesional de la salud realiza un corte en el quiste y luego sutura sus bordes, permitiendo así un drenaje libre del contenido del quiste. En caso de que se presente dolor, es posible que el médico sugiera la administración de una inyección de esteroides en el tejido subyacente al quiste.
¿Cuál es el método de procedimiento diagnostico preferido para la ránula?
Para la evaluación de una ránula, se pueden utilizar distintas técnicas de imágenes diagnósticas como la tomografía computarizada (TC), la ecografía y la resonancia magnética (RM). A nivel de tratamiento quirúrgico, las alternativas varían desde la marsupialización hasta la extirpación completa de la glándula sublingual, pasando por la simple escisión del quiste.
¿Cuáles son los peligros asociados con la cirugía de ránula?
Los riesgos potenciales de este tipo de intervención quirúrgica abarcan la parestesia o adormecimiento del nervio lingual, que se ha reportado en hasta un 25% de los casos según algunos estudios, así como el daño al conducto de Wharton, que podría resultar en una sialadenitis obstructiva. Además, existe la posibilidad de laceración del conducto salival, lo que podría provocar fugas de saliva.
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Referencias
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