Conoce los Riesgos de las Técnicas De Anestesia Dental

El primer avance significativo en las técnicas de anestesia dental ocurrió en 1844 cuando el dentista estadounidense Horace Wells demostró el uso de óxido nitroso, conocido como «gas de la risa», para extraer una muela sin que el paciente sintiera dolor. Wells fue uno de los pioneros en reconocer las propiedades anestésicas del óxido nitroso y en aplicarlas en la práctica dental. Aunque su trabajo inicial no fue ampliamente reconocido en su tiempo, sentó las bases para futuros desarrollos en el campo de la anestesia.

La importancia de las técnicas de anestesia dental radica en su capacidad para hacer que los procedimientos dentales sean más seguros, efectivos y menos traumáticos para los pacientes, permitiendo un enfoque más preciso y eficiente por parte de los dentistas.

¿Qué es la anestesia dental?

La anestesia dental es una técnica que permite a dentistas, bloquear la sensibilidad de una zona específica de la boca, de esta manera ayuda a realizar la intervención de forma cómoda, segura, eficaz e indolora.

La persona que se encuentra bajo los efectos de la anestesia local dental suele relajarse un poco más y evitar la tensión que se produce al acudir al dentista, ya que sabe que no sentirá ningún tipo de dolor.

Los principios activos presentes en la mayoría de los anestésicos locales empleados en odontología son compuestos basados en lidocaína y tetracaína. Estos medicamentos actúan bloqueando los canales de sodio, que son esenciales para iniciar y transmitir los impulsos nerviosos sensoriales.

Tipos de técnicas de anestesia dental

La anestesia dental se utiliza para insensibilizar áreas específicas de la boca. Para administrarla, generalmente se emplea una jeringa. En algunos casos, se puede aplicar un anestésico tópico antes de la inyección para reducir cualquier molestia que pueda surgir al momento de la punción.

Este tipo de anestesia es la habitual para los tratamientos más comunes en los que encontramos los implantes, endodoncias, empastes y extracciones, así como para tratamientos periodontales que ameritan una limpieza profunda.

Para lograr un efecto anestésico eficaz, se pueden utilizar diversas sustancias, como lidocaína, articaína, prilocaína, bupivacaína y mepivacaína, las cuales se administran directamente en la zona que se va a tratar mediante inyección.

El tiempo que duran estas sustancias anestésicas en hacer efecto es aproximadamente 10 minutos y dura entre 30 y 60 minutos. Según la zona a tratar encontramos distintas técnicas anestésicas como las siguientes:

Troncular

Esta técnica se emplea para anestesiar la arcada inferior de la boca y consiste en dormir un tronco nervioso que transmite la sensibilidad a una amplia zona de la cavidad oral. Es comúnmente utilizada en la mandíbula, insensibilizando la mitad de la boca, incluyendo el labio y la lengua del lado anestesiado. El efecto anestésico, que suele durar al menos tres horas, se logra al aplicar el anestésico cerca del nervio dental inferior, lo que adormece la mitad de la arcada.

Infiltrativa

Está técnica al contrario de la troncular se emplea para anestesiar la arcada superior y antero inferior, en niños se puede utilizar para anestesiar la arcada inferior cuando se quiere anestesiar una zona concreta, se considera la técnica más usada. Consiste en aplicar el anestésico en el lugar donde se va a trabajar con varias punciones, y el anestésico se difunde llegando a las terminaciones nerviosas. Estas técnicas se emplean en procedimientos breves que no requieren la afectación del hueso ni de otros tejidos circundantes.

Intraligamentosa

Está técnica se emplea cuando la técnica infiltrativa o troncular no ha sido suficiente y se aplica en Tratamientos y zonas concretas de la boca, está técnica se puede usar en cualquier unidad dentaria. A diferencia de las anteriores el anestésico no se aplica en la encía sino que se aplica entre el ligamento y el hueso. En los tratamientos que más se usa está técnica anestésica es en las endodoncias.

Submucosa

Esta técnica consiste en depositar la solución anestésica debajo de la mucosa, a la altura de los ápices dentales, sin que la aguja entre en contacto con el hueso. Esto permite anestesiar la mucosa en el área infiltrada, así como el hueso y el periostio adyacentes mediante la difusión de la solución. Sin embargo, esta técnica no logra una anestesia profunda del hueso, por lo que en procedimientos que requieran intervenir directamente en él, el paciente podría sentir molestias. En tales casos, se recomienda utilizar una técnica supraperióstica o troncular, según lo considere el profesional.

Riesgos y complicaciones de las técnicas de anestesia dental

Entre las complicaciones de las técnicas anestésicas podemos encontrar las siguientes:

Rotura de aguja

Está complicación es difícil que se presente en la actualidad ya que ahora las agujas son de acero inoxidables y desechables, presentando un control de calidad en el momento de flexionarlas. Está complicación la podemos encontrar en ciertas técnicas anestésicas como la troncular ya que el recorrido de la aguja es largo y cuando se dobla la aguja previamente a la técnica se puede producir la ruptura, se recomienda no doblar la aguja ni introducirla hasta la base de plástico, así como no utilizar agujas cortas para técnicas con recorrido largo de la aguja.

Trismus

Está complicación la encontramos cuando se produce un espasmo de los músculos de la masticación impidiendo la apertura normal de la cavidad oral que debe ser como mínimo de 35mm, el trismus puede ser causado a nivel muscular, articular o de origen dental. Cuando está asociado por la técnica anestésica es debido a que se produce una hemorragia o hematoma en el momento de la inyección ya que se produce un trauma del músculo. Para evitarlo debemos usar agujas nuevas y con el bisel en buenas condiciones, el uso de vasoconstrictor y dosis altas de anestesia también están asociadas a está complicación.

Parestesia

La parestesia se describe como una alteración sensorial que se manifiesta con síntomas como entumecimiento, pérdida parcial de sensibilidad, ardor y hormigueo, generalmente después de que el efecto de la anestesia debería haber desaparecido. Suele estar relacionada con procedimientos quirúrgicos como la extracción de muelas del juicio, o con lesiones directas a los nervios, ya sea por el uso de instrumentos dentales o debido a la toxicidad de anestésicos en concentraciones elevadas. La mayoría de las parestesias se resuelven en un plazo de ocho semanas a seis meses, aunque en casos raros, pueden ser permanentes si el nervio ha sido gravemente dañado.

Parálisis del nervio facial (VII par craneal)

La parálisis facial en odontología ocurre cuando el anestésico se inyecta accidentalmente en el lóbulo profundo de la glándula parótida, afectando las ramas del nervio facial. Puede ser inmediata, apareciendo pocos minutos después y revolviéndose en tres horas o menos, o tardía, presentándose horas o días después, con una recuperación que puede tardar desde 24 horas hasta varios meses.

Hematoma

El hematoma es la acumulación de sangre en espacios fuera de los vasos sanguíneos, debajo del tejido subcutáneo, causada por la ruptura de un vaso durante la inyección del anestésico. Se manifiesta como un aumento de volumen en la zona afectada, con un color violáceo que cambia a azulado y desaparece con el tiempo. Si afecta la piel, indica que un vaso más grande ha sido comprometido, lo que puede causar edema facial, dolor, dificultad para abrir la boca y cambios en el color de la piel, que evolucionan de azul a amarillo verdoso.

Dolor durante la punción e inyección

Cuando se usa la aguja varias veces en distintas técnicas anestésicas y en el mismo paciente produce dolor ya que la aguja se va tornando roma con el uso. El dolor también se puede notar cuando la solución anestésica con vasoconstrictor se administra rápidamente, y cuando el anestésico está excesivamente frío.

Técnica incorrecta

Este fracaso generalmente está relacionado con un deficiente conocimiento de la anatomía de cabeza y cuello. Encontrándose con mayor frecuencia una técnica incorrecta en el nervio alveolo – dentario inferior o técnica troncular.

Efectos secundarios de anestesia dental

Algunos fracasos que nos podemos encontrar con la anestesia dental son:

Toxicidad sistémica

Actualmente los anestésicos dentales poseen baja toxicidad sistémica. Todo va a depender del sitio de la inyección, la dosis y el tipo de anestésico. El anestésico que presenta mayor grado de toxicidad es la bupivacaína. La reacción tóxica la podemos notar inmediatamente o incluso pasado 60 minutos. Otra causa de toxicidad sistémica puede ser la interacción del anestésico con algún otro medicamento que tome el paciente, por lo que es imprescindible tener registrada una historia clínica completa y de esta manera evitar inconvenientes.

Entre las manifestaciones clínicas se pueden observar síntomas iniciales como agitación, sabor metálico, dificultad para articular palabras, confusión, somnolencia, entumecimiento alrededor de la boca y mareos. Las manifestaciones más comunes en el sistema nervioso central incluyen desorientación, zumbidos en los oídos, dolor de cabeza, lenguaje incoherente, náuseas, vómitos, pérdida de conciencia con convulsiones, cianosis, y, en casos extremos, la muerte.

Reacciones alérgicas

Las reacciones alérgicas con menor incidencia están asociadas a las soluciones anestésicas tipo amida y con mayor incidencia encontramos a las soluciones anestésicas tipo éster, en las cuales podemos encontrar síntomas como edema, prurito, rinitis, urticaria, hipotensión, disnea y pérdida de conciencia.

La anestesia dental ha sido un avance crucial que ha permitido realizar procedimientos dentales de manera más segura y cómoda, tanto para los pacientes como para los profesionales de la odontología. Aunque es altamente efectiva, es esencial estar conscientes de los posibles riesgos y complicaciones que pueden surgir, como el trismus, la parestesia, la parálisis facial, y los hematomas. Un conocimiento adecuado de las técnicas y una evaluación cuidadosa del paciente son fundamentales para minimizar estos riesgos y asegurar el éxito de los procedimientos dentales, por eso se recomienda asistir con un profesional dental.