¿Qué es el cáncer en los labios y cómo afecta tu salud oral?

Seguramente cuando vas a salir te aplicas protector solar para cuidar tu piel, ¿pero también proteges tus labios? Aunque a veces lo olvidamos, los labios también se queman con el sol. Y cuando esto ocurre con frecuencia, pueden presentarse consecuencias serias para tu salud.

El cáncer de labios es un tipo de cáncer poco común, pero representa casi un tercio de los tumores malignos en la boca. Está asociado principalmente a la exposición solar constante y sin protección.

Detectar cualquier cambio en los labios a tiempo es clave para identificar este tipo de cáncer. Veamos cómo el cáncer de labios se relaciona con tu salud oral y qué medidas sencillas puedes tomar para protegerte, especialmente en los días de sol.

¿Por qué el verano y el sol aumentan el riesgo de cáncer en los labios?

Durante los meses de verano, pasamos más tiempo al aire libre, y eso significa más exposición al sol, lo que representa un factor de riesgo para desarrollar cáncer en los labios.

Los labios están constantemente expuestos a los rayos ultravioleta (UV), y su piel, al ser tan fina y delicada, es mucho más vulnerable al daño solar. Se estima que el 90 % de los casos de cáncer de labio afectan al labio inferior, ya que es la parte que más se expone directamente al sol.

Este daño no aparece de inmediato. Es acumulativo. Cada día que pasa, la exposición sin protección va dejando huella. Lo que al principio parece solo una grieta, una costra o una mancha, puede convertirse en una lesión más grave, si no se detecta a tiempo. 

¿Qué factores aumentan el riesgo durante el verano?

Durante los meses de calor, ciertos hábitos y condiciones hacen que los labios estén aún más expuestos:

• Actividades al aire libre: Caminar, correr, nadar, montar en bicicleta o trabajar bajo el sol son situaciones comunes que incrementan el contacto directo con la radiación UV.
• Deshidratación: El calor reseca la piel y los labios, haciéndolos más sensibles a daños y a pequeñas heridas que pueden pasar desapercibidas.
• Cambios en la rutina: Durante las vacaciones, es común relajarse y dejar de lado algunos hábitos de cuidado, como la higiene oral diaria o las visitas al dentista.

Además, algunos productos que usamos en verano para proteger la piel del rostro no están pensados para los labios, por lo cuál muchas veces esta zona queda desatendida.

¿Cómo se relaciona el cáncer en los labios con la salud de la boca?

Tanto los labios como el interior de la boca comparten el mismo espacio, asi que, el cáncer en los labios puede afectar funciones importantes como hablar, masticar o tragar.

Adicionalmente, si una persona está en tratamiento contra el cáncer, como radioterapia o quimioterapia, puede tener efectos secundarios en la boca, como llagas, sequedad o infecciones. 

Vamos a ver como este tipo de cáncer afecta la salud oral en sus diferentes etapas: antes, durante y después del diagnóstico.

¿Qué señales puede percibir el dentista y por qué es importante detectarlas?

Los labios son la puerta de entrada de la boca; durante una revisión bucal, el dentista puede detectar algunas señales de alerta como:

• Llagas que no cicatrizan
• Manchas blancas o rojas
• Bultos o engrosamientos
• Cambios en la textura o el color del labio

Aunque estos signos pueden parecer lesiones comunes, si después de dos semanas no han mejorado, es fundamental evaluarlos. Detectarlos a tiempo permite hacer un diagnóstico más rápido y comenzar un tratamiento menos agresivo y con mejores resultados.

Además, si ya existe un diagnóstico de cáncer en los labios, es clave realizar una revisión completa de la boca antes de iniciar la radioterapia o la quimioterapia. Tratar problemas como caries, encías inflamadas o infecciones previas ayuda a evitar complicaciones durante el tratamiento oncológico.

¿Qué desafíos enfrentan los pacientes en su salud oral mientras reciben tratamiento?

El tratamiento oncológico (radioterapia o quimioterapia) en la zona de cabeza y cuello puede causar algunas complicaciones para la salud oral de los pacientes. Estas incluyen:

• Dolor y sensibilidad en labios y boca: Las úlceras, la mucositis y la inflamación pueden hacer que hablar, comer, e incluso mover los labios sea incómodo o doloroso. 

Esta molestia también dificulta cepillarse los dientes correctamente, lo que puede aumentar el riesgo de caries e infecciones.

• Boca seca (xerostomía): La radioterapia daña las glándulas salivales, disminuyendo la producción de saliva, lo que aumenta el riesgo de caries, infecciones, mal aliento y dificultades al tragar. 

Además, los labios se resecan y agrietan con facilidad, lo que también puede ser doloroso.

• Mucositis oral: Es una inflamación de las membranas mucosas que recubren la boca, y es un efecto secundario común durante el tratamiento del cáncer. 

Se caracteriza por enrojecimiento, hinchazón y la aparición de llagas o úlceras dolorosas. Estas lesiones pueden durar semanas y dificultar mucho acciones básicas como comer, hablar o mantener una buena higiene bucal.

• Prótesis y aparatos mal ajustados: Los cambios en los tejidos de la boca, pueden hacer que prótesis dentales, alineadores o protectores bucales dejen de ajustarse correctamente. Lo que genera dolor y lesiones.

Puede ser necesario ajustarlos o suspender su uso temporalmente.

• Mayor riesgo de infecciones: La combinación de boca seca, mucositis y defensas bajas puede derivar en infecciones respiratorias, fúngicas o bacterianas.

Es muy importante que el dentista y el equipo médico trabajen de la mano para darle un correcto manejo a los efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer y prevenir complicaciones.

¿Qué desafíos persisten en tu salud bucal después de superar el cáncer?

Luego de terminar el tratamiento contra el cáncer, es importante prestar atención a las secuelas. Existen aún algunos retos que requieren atención continua:

• Daño en las glándulas salivales: Las glándulas salivales pueden tardar meses en recuperarse después del tratamiento, y en algunos casos no lo hacen por completo, provocando una sequedad persistente en la boca.
• Dificultad para mantener una buen higiene oral: La sequedad y la sensibilidad dificultan el cepillado, lo que favorece la placa, las caries y las infecciones.
• Problemas al usar prótesis dentales: Los cambios en la forma y textura de la boca después del tratamiento pueden hacer que las dentaduras o férulas ya no se ajusten bien, causando molestias. En muchos casos, esto requiere hacer ajustes o incluso reemplazar la prótesis.
• Mayor riesgode caries e infecciones: La falta de saliva reduce la capacidad natural de proteger los dientes, lo que facilita la aparición de caries, gingivitis y candidiasis.

Estos retos pueden dificultar actividades cotidianas y afectar tu calidad de vida. Reconocerlos es el primer paso para tratarlos de forma efectiva. En la siguiente sección te explicaré como puedes cuidar tu boca para sobrellevar cada uno de estos desafíos. 

¿Qué hábitos ayudan a proteger tus labios y tu boca antes, durante y después del cáncer?

El cuidado bucal es esencial en todas las etapas del cáncer en los labios, incluyendo la prevención, el acompañamiento durante el tratamiento y la recuperación. Aquí te explico qué puedes hacer en cada fase y qué productos pueden ayudarte a sentirte mejor.

¿Cómo puedo reducir el riesgo de cáncer en los labios?

La mejor forma de reducir el riesgo es la prevención y mantener hábitos saludables. Aquí te dejo algunas recomendaciones sencillas que pueden marcar la diferencia: 

• Evita el tabaco y el alcohol en exceso: Ambos aumentan el riesgo de cáncer oral, especialmente si se combinan.
• Protege tus labios del sol: Usa un bálsamo labial con SPF 30 o más, de amplio espectro, y reaplícalo varias veces al día, al menos cada 2 horas o después de comer, nadar o cepillarte los dientes. Así mantendrás tus labios protegidos de los daños del sol.
• Evita la exposición solar intensa: Trata de no salir al sol entre las 10:00 y las 16:00 y usa sombreros de ala ancha.
• Asiste a revisiones dentales: Visitar al dentista con regularidad le permitirá detectar cambios en tu boca y encontrar lesiones que tú quizás no notes a simple vista.
• Revisa tus labios en casa: Mírate al espejo y revisa si hay heridas, costras, bultos o manchas que no desaparecen en dos semanas. Si lo encuentras, consulta de inmediato con un profesional.

¿Cómo puedo cuidar mi salud si tengo cáncer en los labios?

Si tienes cáncer en los labios y estás en tratamiento, ten en cuenta las siguientes recomendaciones:

• Mantén una higiene oral suave y constante: Cepíllate con un cepillo suave o extra suave, usa pasta dental sin sabores fuertes e hidratante, y enjuagues sin alcohol.
• Alivia la boca seca: Usa geles o sprays hidratantes para mantener la boca y labios húmedos.
• Evita alimentos muy calientes, picantes o ácidos: Estos pueden empeorar la sensibilidad o causar más dolor si hay mucositis.
• Hidratación constante: Bebe agua frecuentemente y evita bebidas con alcohol o cafeína que resecan más la boca.

¿Qué debo tener en cuenta para cuidar mi boca tras superar el cáncer?

Una vez hayas finalizado tu tratamiento para el cáncer en los labios, es importante seguirse cuidando, con constancia y conciencia. Recuerda:

• Vigila la boca seca a largo plazo: La saliva puede tardar en recuperarse. Usa productos específicos para boca seca, como pastas dentales y enjuagues.
• Revisa tus prótesis dentales: Si usas dentadura o férulas, podrían necesitar ajustes. Si te incomodan, no las uses hasta que las revise tu dentista.
• Refuerza tu higiene oral: Cepilla con suavidad dos veces al día, limpia entre los dientes con seda dental o cepillos interdentales y usa un raspador lingual si es posible.
• Acude a controles con más frecuencia: Tu dentista te indicará si necesitas ir cada 3 o 4 meses para evitar caries, infecciones o inflamaciones.

El cáncer en los labios no es solo un problema estético, es una condición seria que afecta la salud oral y general. 

Sin importar la etapa del cáncer en la que estés, el cuidado siempre debe ser completo: protege tus labios del sol, mantén una buena higiene oral, sigue las indicaciones de tu equipo médico, y no dudes en pedir ayuda si sientes dolor o molestias.

No esperes a que algo empeore. Mantente atento a los cambios y podrás disfrutar de una boca sana y una vida saludable por muchos años.