Irrigación Del Alveolo De La Muela Del Juicio: 5 Problemas

Esta intervención quirúrgica dental requiere algunos cuidados preparatorios para la extracción y otros posteriores a la intervención. Esta nota centra su foco en la irrigación y limpieza del área afectada para prevenir complicaciones y facilitar el proceso de cicatrización.

Después de la extracción de la muela del juicio -también conocidas como las muelas cordales o terceros molares- en el alvéolo vacío se forma un coágulo de sangre que ayuda a la cicatrización. Si éste no se desarrolla o se pierde prematuramente, se presenta un caso de alvéolo seco, condición a la que los odontólogos se refieren como osteítis alveolar o alveolitis seca.

El coágulo que se forma sobre el alvélo que alojaba la muela es una capa que protege al hueso y los tejidos internos de las bacterias e infecciones. Además, propicia las condiciones requeridas para el desarrollo de nuevos tejidos (óseo y blando).

Estudios que se han desarrollado respecto de la extracción de piezas dentales señalan que el alvéolo seco es una circunstancia que se presenta en el 5% de las personas.

Respecto de la extracción de las muelas del juicio, el alvéolo seco se registra con mayor frecuencia. Su incidencia muestra un índice entre el 20 y el 30% de las exodoncias, lo que representa diez veces más que en el resto de las exodoncias. Además, las personas que fuman o consumen tabaco son más propensas a esta situación, en las extracciones dentales.

Factores de riesgo del alvéolo seco

Es importante conocer cuáles son las situaciones que pueden propiciar la alveolitis seca, en casos de una extracción dental:

• Extracción traumática, compleja, de la muela del juicio.

• Fumar o consumir tabaco.

• Haber tenido alveolitis seca anteriormente.

• Infecciones presentes en la zona de extracción

• Mala higiene oral.

• No tener un adecuado cuidado post-operatorio.

• Uso de anticonceptivos orales.

¿Cuáles son los síntomas del álveolo seco?

Algunas de las señales que advierten sobre esta complicación posterior a la extracción son:

• Dolor intenso pocos días despúes de la cirugía.

• Dolor que se extiende hacia la oreja, el ojo, la sien o el cuello, en el mismo lado de la exodoncia.

• Mal aliento o mal olor en la boca.

• Pérdida parcial o total del coágulo de sangre en el sitio de la extracción

• Sabor desagradable en la boca.

¿Para qué hacer la limpieza e irrigación del alveolo de la muela del juicio?

Irrigar y hacer limpieza del alvéolo donde se encontraba la muela del juicio es un proceso necesario que facilita la pronta recuperación y cicatrización. Además ofrece distintos beneficios que inciden en la salud oral:

• Ayuda a prevenir infecciones, ya que el alvéolo queda abierto después de la cirugía, facilitando el acceso de las bacterias al hueso y los tejidos internos.

• Elimina residuos de alimentos que han podido quedar atrapados en el alvéolo.

• Facilita una buena higiene oral durante la etapa posterior a la cirugía de extracción.

• Promueve una rápida y efectiva cicatrización, al propiciar un entorno adecuado para la creación de nuevo tejido.

• Previene la posibilidad de complicaciones posteriores (alveolitis e infecciones).

• Reduce el dolor y la inflamación posterior a la intervención.

¿Cómo se hace la irrigación del alveolo de la muela del juicio?

Para irrigar y limpiar el alvéolo, se utiliza una solución de agua tibia con sal o un enjuague bucal prescrito por el odontólogo.

Se deben hacer enjuagues suaves por la zona afectada y no maltratar el área. Es importante hacerlo de acuerdo con las indicaciones del odontólogo tratante.

También se puede utilizar una jeringa de irrigación con un dispersor de líquidos que permita llegar hasta el alvéolo; irrigar y limpiar el área, sin maltratar el coágulo de sangre que protege la zona y facilita la curación.

¿Hay otras alternativas de cuidado postoperatorio?

Una opción alterna a los enjuagues bucales es el uso de apósitos medicados, después de la extracción.

Estos apósitos tienen sustancias antibacterianas que protegen el área afectada, disminuyen el dolor, ayudan a prevenir infecciones  y aceleran la cicatrización.

Otra posibilidad es el uso de enjuagues bucales de uso regular con propiedades desinfectantes que ayudan a prevenir infecciones y mantienen el área limpia.

Aunque se tienen a mano distintas opciones para cuidar el alvéolo de la muela del juicio, se deben seguir las orientaciones del odontólogo, según la valoración que él hace de la condición de salud oral de la persona, el desarrollo de la extracción posterior y la posibilidad de complicaciones, entre otros factores.

¿Cuáles son las posibles complicaciones posteriores a la extracción de la muela del juicio?

El alvéolo seco es una situación frecuente. Está acompañado de dolor intenso en el área de la extracción y una sensación desagradable, consecuencia de la pérdida prematura del coágulo de sangre que permite la formación de tejido.

El alvéolo seco dificulta el consumo de alimentos y afecta el habla. Además, el hueso y los tejidos internos están en una condición vulnerable a las bacterias e infecciones, situación que puede derivar a una osteomielitis, infección crónica de la cavidad oral.

¿En qué momento se debe buscar ayuda profesional?

Si se sospecha de un alvéolo seco, se debe buscar atención odontológica pronto para evaluar la situación y tomar las medidas necesarias.

El tratamiento puede incluir la colocación de un apósito medicado en el alvéolo para aliviar el dolor y promover la curación. Además, se pueden recetar analgésicos y enjuagues bucales antibacterianos para controlar el dolor y prevenir infecciones.

Después de la extracción de las muelas del juicio, es fundamental tener una buena higiene bucal. Esto implica cepillar suavemente los dientes y la lengua, evitando el maltrato del área de extracción y no tocar el coágulo de sangre que se ha formado en la zona de intervención. Esto permitirá una buena evolución del proceso de curación.

Hacer enjuagues bucales suaves con una solución de agua y sal ayuda a irrigar y limpiar la zona del alveólo.