Last Updated on: 15th noviembre 2024, 01:48 pm
Q.F. Nayibe Cubillos Morales
Dr. Gustavo Assatourians D.D.S
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Tratar a pacientes pediátricos en odontología puede ser complicado debido a su cooperación limitada y ansiedad. La anestesia o sedación a menudo es necesaria para procedimientos dentales, especialmente cuando es crucial mantener al niño inmóvil, tratar fobias, abordar múltiples problemas dentales o reducir el miedo al ruido del equipo. De ahí la importancia de la anestesia dental para bebés.
La evaluación preoperatoria es clave para determinar la mejor manera de manejar el dolor y la ansiedad. Los padres juegan un papel fundamental en este proceso, comprendiendo cuándo y por qué la anestesia es necesaria para garantizar un tratamiento seguro y sin dolor.
El uso de anestesia general es común en procedimientos como restauraciones, extracciones y limpiezas profundas, que suelen estar asociados con dolor y ansiedad significativos en los niños.
¿Qué es la anestesia dental para bebés o pediátrica?
La anestesia dental pediátrica se utiliza para evitar el dolor y la incomodidad durante los tratamientos dentales en niños. Puede bloquear temporalmente las señales nerviosas en una zona específica o inducir sedación profunda, dependiendo del caso. Se emplean tres tipos principales de anestesia: local, general y sedación, según la necesidad del niño y la complejidad del procedimiento.
En algunos casos, como cuando los niños son muy pequeños o tienen miedo excesivo, se recurre a la anestesia general o sedación para garantizar un tratamiento seguro y sin dolor. Los anestesistas pediátricos, especializados en anestesia para niños, son clave para asegurar la seguridad en estos procedimientos, especialmente en pacientes con necesidades médicas complejas o condiciones especiales.
¿Es segura la anestesia dental para bebés?
La anestesia dental pediátrica es generalmente segura cuando es administrada por profesionales capacitados. Los procedimientos de rutina tienen tasas de éxito superiores al 95%, gracias a la rigurosa evaluación previa de la salud del niño, el monitoreo constante durante el procedimiento y la atención postanestésica.
Aunque los padres suelen preocuparse por los posibles efectos secundarios, las estadísticas muestran que estos son raros y, cuando ocurren, suelen ser menores. Los beneficios de un tratamiento dental sin dolor y sin estrés superan ampliamente los riesgos mínimos.
En 2019, la American Academy of Pediatrics (AAP) y la American Academy of Pediatric Dentistry (AAPD) actualizaron las pautas que deben seguir los dentistas y cirujanos orales al proporcionar sedación o anestesia a los niños.
Estas pautas exigen que al menos dos personas capacitadas en soporte vital avanzado estén presentes durante el procedimiento: el dentista o cirujano que realiza la intervención y un observador independiente, que puede ser un médico anestesiólogo, una enfermera anestesista certificada, otro cirujano dental o un dentista anestesiólogo. Estas medidas garantizan un entorno más seguro para los procedimientos dentales en niños.
Tipos comunes de anestesia dental utilizados en niños
En términos generales, existen tres tipos diferentes de anestesia dental que incluyen: anestesia local, sedación consciente y anestesia general. Cada uno tiene propósitos específicos para el control del dolor.
En niños pequeños, la elección del tipo de anestesia depende de su desarrollo cognitivo. Los menores de 2 años, que no pueden diferenciar entre presión y dolor, a menudo requieren anestesia general. Entre los 2 y 10 años, aunque comprenden el dolor, la anestesia general sigue siendo común para procedimientos más invasivos. A partir de los 10 años, los niños pueden manejar mejor las explicaciones, permitiendo el uso de anestesia local o sedación consciente en algunos casos.
Anestesia local
La anestesia local en odontopediatría se usa para adormecer áreas específicas durante procedimientos menores, como empastes y extracciones, permitiendo que el niño permanezca despierto y se comunique.
Los anestésicos comunes incluyen lidocaína, mepivacaína y articaína, administrados con precisión para evitar complicaciones. Las técnicas tradicionales emplean jeringas dentales, pero también se usan métodos avanzados como la liberación controlada por computadora y sistemas sin agujas, que mejoran la comodidad y control de la anestesia.
Sedación
La sedación en odontopediatría se utiliza para mantener a los niños tranquilos y relajados durante los procedimientos dentales, permitiéndoles permanecer despiertos, pero en un estado de profunda relajación. Dependiendo de la necesidad, los niveles de sedación pueden variar y se usan fármacos como sedantes hipnóticos, ansiolíticos y analgésicos narcóticos para lograr este efecto de forma segura y efectiva.
Sedación con óxido nitroso
Más conocido como «gas de la risa» o «gas de la risita», este gas sedante suave se inhala mezclado con oxígeno para ayudar al niño a relajarse, pero no necesariamente a dormir. Algunos niños pueden sentirse mareados, aunque a otros no les gustará esta sensación.
Anestesia general
A esto se le llama; poner a dormir a un niño; al recibir atención dental. Esto se recomendará si su hijo no puede cooperar para tomar radiografías, tiene dificultad para respirar, está muy asustado o tiene una condición médica. Bajo anestesia general, el niño estará completamente inconsciente, no sentirá dolor, tendrá los músculos relajados y no recordará el procedimiento.
En un centro quirúrgico ambulatorio externo, la anestesia general la administra un anestesiólogo médico/dental pediátrico certificado. Publique esto, todo el trabajo dental necesario se completa mientras el niño duerme. Su hijo no sentirá ni recordará nada.
Cómo afecta la edad a la elección de la anestesia
La edad sigue siendo el principal determinante del tipo de anestesia que se administra a los niños. En niños menores de 6 años que no pueden superar el miedo o permanecer quietos, generalmente se requiere anestesia general o sedación profunda para procedimientos complicados. Con la edad, la mayoría de los niños pueden afrontar bien la sedación leve o moderada, especialmente en procedimientos sencillos.
La gravedad de las condiciones de salud y los factores conductuales, incluidos los niveles de ansiedad, también podrían tener un impacto en la elección de los niños más ansiosos que requieren una sedación más profunda. La elección final dependerá de la edad y las condiciones de salud del niño, la complejidad del procedimiento y la cooperación del niño durante la realización.
¿Cuándo es necesaria la anestesia dental pediátrica?
¿Cuándo se necesita anestesia para los niños?
La anestesia dental pediátrica está indicada en determinadas situaciones específicas, como:
● Procedimientos complejos: Un procedimiento como extracciones, endodoncias o trabajos dentales extensos puede requerir anestesia general o sedación profunda para garantizar que el niño esté quieto y cómodo.
● Ansiedad o miedo severo: En los casos en los que existe ansiedad o miedo dental extremo, la anestesia hace que la experiencia sea menos traumática.
● Edad muy temprana o necesidades especiales: La anestesia suele ser necesaria cuando los niños muy pequeños o los niños con necesidades especiales no pueden cooperar plenamente para realizar el cuidado dental.
● Infección o dolor: Cuando un niño tiene fiebre, siente un dolor intenso o sufre una infección grave, la anestesia permitiría realizar cómodamente el cuidado dental necesario.
Procedimientos comunes que requieren anestesia
● Restauraciones dentales (coronas, empastes en más de un diente).
● Cirugía oral, como extirpación de quistes o frenectomía.
Cuando la anestesia puede ser opcional o innecesaria
En procedimientos menores, como empastes o limpiezas simples, es posible que se requiera una sedación muy suave o ninguna anestesia si el niño se siente cómodo y coopera durante el procedimiento.
Lo que los padres deben saber sobre la anestesia dental para bebés
Si se requiere anestesia general, existen pautas con respecto a comer y beber antes del procedimiento:
Bebés menores de 12 meses de edad
● La alimentación con fórmula es aceptable hasta 6 horas antes del procedimiento.
● La lactancia materna es aceptable hasta 4 horas antes del procedimiento.
Todos los niños
● No se permiten alimentos sólidos ni líquidos no claros después de la medianoche anterior al procedimiento. Esto incluye leche, fórmula, jugo con pulpa, café, chicles o dulces.
● Los líquidos claros, agua, Pedialyte y jugos claros, están bien hasta 2 horas antes de llegar al hospital.
● Continúe tomando los medicamentos diarios a menos que el médico le dé otras instrucciones.
Preguntas para hacerle al dentista de su hijo
Aquí hay una lista de posibles preguntas que debe hacerle al dentista antes del procedimiento:
● ¿Qué medicamento se utilizará para anestesiar a mi hijo para este procedimiento?
● ¿Cómo se determina la dosis adecuada para mi hijo según su edad y peso?
● ¿Qué protocolos de seguridad se utilizan durante un procedimiento?
● ¿Quién controlará los signos vitales de mi hijo durante esta anestesia?
● ¿Cuáles son los posibles efectos secundarios o riesgos de esta anestesia?
● ¿Cuánto tiempo tardará el anestésico en hacer efecto y cuánto durará?
La anestesia dental pediátrica es una herramienta crucial para asegurar que los niños reciban el cuidado dental necesario sin dolor ni estrés. Si bien puede generar preocupación en los padres, la anestesia administrada por profesionales capacitados es generalmente segura y efectiva, con complicaciones mínimas.
Es importante que los padres comprendan las opciones disponibles, desde la anestesia local hasta la general, y cuándo cada tipo es necesario según la edad y necesidades específicas del niño. Consultar con el dentista y hacer preguntas sobre el proceso puede ayudar a garantizar una experiencia segura y positiva para el niño
Preguntas frecuentes
¿Qué pasa si se come unas horas antes de recibir anestesia?
Comer antes de recibir anestesia, especialmente anestesia general, puede ser peligroso. Existe el riesgo de aspiración, donde los alimentos o líquidos en el estómago podrían entrar en los pulmones durante la anestesia, causando complicaciones serias. Por ello, se recomienda seguir las pautas específicas del dentista sobre no comer o beber antes del procedimiento, generalmente no comer sólidos o líquidos no claros desde la medianoche anterior al procedimiento.
¿Qué anestesia dental se usa en niños?
En niños, se utilizan principalmente tres tipos de anestesia dental: anestesia local, sedación consciente y anestesia general. La elección depende del tipo de procedimiento, la edad del niño, y su nivel de ansiedad. Los anestésicos comunes incluyen lidocaína, mepivacaína y articaína para la anestesia local, mientras que el óxido nitroso (gas de la risa) se usa para la sedación consciente.
¿Cómo ponen anestesia a un niño?
La anestesia en niños se administra de diversas formas según el tipo y la necesidad del procedimiento. Para la anestesia local, se inyecta en la zona específica a tratar usando jeringas dentales. La sedación consciente se puede administrar a través de inhalación de óxido nitroso o medicamentos orales. En procedimientos más complejos, la anestesia general se administra intravenosamente o por inhalación en un entorno hospitalario.
¿Cuánto dura la anestesia del dentista en niños?
La duración de la anestesia dental en niños varía según el tipo de anestesia utilizada. La anestesia local generalmente dura unas pocas horas, manteniendo la zona adormecida durante y después del procedimiento. La sedación consciente puede durar el tiempo del procedimiento, y la anestesia general se administra solo durante el procedimiento, con la recuperación variando en función del niño y del anestésico utilizado.
¿Cuándo usar anestesia dental en niños?
La anestesia dental en niños se utiliza en casos de procedimientos complejos, como extracciones o endodoncias, cuando es necesario mantener al niño completamente inmóvil o cuando el niño tiene ansiedad o miedo extremo. También se utiliza en niños muy pequeños o con necesidades especiales que no pueden cooperar completamente.
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Referencias
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