Top 7 de remedios caseros para la pericoronitis

Si estás buscando remedios caseros para la pericoronitis que sean efectivos, llegaste al lugar adecuado.

¿Alguna vez ha sentido un dolor intenso o punzante en las encías, cerca de un diente que está intentando salir? Si es así, podría estar enfrentando un caso de pericoronitis.

La pericoronitis es una inflamación de las encías que rodean un diente que no ha erupcionado por completo. Aunque puede afectar a cualquier diente, está asociada principalmente con las muelas del juicio, especialmente cuando estas no tienen suficiente espacio para salir correctamente. Esta condición puede comenzar con molestias leves, pero si no se trata, puede volverse muy dolorosa y llegar a interferir en actividades cotidianas como comer, hablar o incluso dormir.

El objetivo de este artículo es proporcionarle la información necesaria para entender esta condición, hablaremos sobre las causas y síntomas de la pericoronitis; además, compartiremos algunos remedios caseros que pueden ayudarle a aliviar el dolor mientras busca ayuda profesional.

¿Qué es la pericoronitis?

Antes de salir, los dientes están debajo de la encía, esperando el momento adecuado para erupcionar. Durante este proceso, el diente comienza a empujar hacia arriba, provocando que la encía se abra para permitir su salida. Sin embargo, en algunos casos, la encía no se rompe completamente, lo que deja al diente parcialmente erupcionado. Esto significa que solo una parte del diente queda visible mientras el resto permanece cubierto por la encía.

La pericoronitis se define entonces como una inflamación de los tejidos de las encías que rodean un diente que no ha salido por completo. Esta afección es más común en las muelas del juicio, especialmente las de la mandíbula inferior, ya que suelen tener dificultades para salir correctamente debido a la falta de espacio en la boca.

¿Quién puede padecer de pericoronitis?

La pericoronitis puede afectar a cualquier persona, sin embargo, es más común en adolescentes y adultos jóvenes, generalmente entre los 17 y 25 años, ya que es la etapa en la que las muelas del juicio comienzan a erupcionar.

Causas

Algunas causas más comunes incluyen:

● Acumulación de bacterias: Los restos de comida atrapados debajo de la encía que cubre el diente pueden fomentar el crecimiento de bacterias.

● Dientes parcialmente erupcionados: Cuando un diente no termina de salir, puede rozar o presionar las encías a su alrededor.

● Sobrecarga de encías: El tejido que cubre parcialmente el diente puede verse sometido a un exceso de presión durante la masticación o al intentar erupcionar.

Factores de riesgo

Existen diversos factores que favorecen la aparición de la pericoronitis. Se pueden presentar de forma individual o combinados:

● Higiene oral deficiente: Si la boca no se mantiene limpia, los restos de comida y las bacterias pueden acumularse alrededor de las muelas del juicio parcialmente erupcionadas, creando un entorno propicio para la infección e inflamación de las encías.

● Falta de espacio en la mandíbula para las muelas del juicio: Cuando las muelas del juicio no tienen el espacio adecuado para salir completamente, pueden quedar atrapadas o emerger de forma parcial, lo que genera irritación en las encías, infecciones y, en consecuencia, pericoronitis.

● Encías inflamadas o sensibles por dientes parcialmente erupcionados: Cuando un diente no erupciona por completo, puede irritar e inflamar el tejido de las encías a su alrededor, haciéndolo más vulnerable a infecciones y provocando pericoronitis.

● Personas con sistemas inmunológicos debilitados: Las personas con sistemas inmunológicos debilitados, como los pacientes con diabetes o enfermedades crónicas, tienen una mayor probabilidad de padecer pericoronitis debido a que su cuerpo tiene menos capacidad para combatir infecciones.

Signos y síntomas comunes de la pericoronitis

● Dolor intenso y localizado en la zona de la encía que rodea el diente parcialmente erupcionado.

● Hinchazón, enrojecimiento e inflamación de las encías.

● Si la infección empeora, puede haber una secreción de pus de las encías cercanas al diente afectado.

● Mal aliento o mal sabor en la boca generado por la acumulación de bacterias y restos de comida.

● El dolor y la inflamación pueden generar trismus, es decir, dificultad para la apertura normal de la boca.

Es importante acudir al dentista si los síntomas no mejoran en pocos días, si el dolor aumenta, o si se presentan signos de infección, como fiebre o dificultad para abrir la boca.

Tratamientos profesionales para la pericoronitis

La duración de la pericoronitis depende de la gravedad del caso y del tratamiento recibido. En casos leves con buenos cuidados en casa, los síntomas pueden resolverse en pocos días, generalmente entre 3 y 7 días. En casos severos el proceso puede extenderse durante semanas.  Por este motivo, antes de acudir a los remedios caseros para la pericoronitis, puede que sea mejor solicitar la atención profesional.

● Limpieza dental profunda alrededor del diente afectado: Esta limpieza ayudará a eliminar los restos de comida, placa bacteriana y bacterias que causan la inflamación.

● Operculectomía: Es un procedimiento quirúrgico que consiste en la remoción de la porción de encía que cubre parcialmente el diente afectado. Esto ayuda a eliminar la fuente de irritación e infección, facilitando la limpieza de la zona y reduciendo las posibilidades de que la pericoronitis vuelva a aparecer.

● Antibióticos en casos de infección severa.

● Extracción del diente si la pericoronitis es recurrente.

Un tratamiento adecuado evita complicaciones y acelera la recuperación.

7 remedios caseros para la pericoronitis

Si cree que tiene pericoronitis, lo mejor es consultar a su dentista lo antes posible, quien le proporcionará las opciones de tratamiento adecuadas para su caso. Además, podría sugerir algunos remedios caseros que le ayudarán a controlar o aliviar las molestias mientras recibe el tratamiento profesional o espera para hacerlo.

Remedios naturales

1. Enjuague con agua salada

Beneficios: El agua con sal ayuda a reducir la inflamación y limpia la zona afectada eliminando bacterias.

Instrucciones: Disolver 1 cucharadita de sal en un vaso de agua tibia y enjuagar la boca 2–3 veces al día.

Precaución: No usar agua demasiado caliente para evitar quemaduras en las encías.

2. Compresas frías

Beneficios: Las compresas frías contraen los vasos sanguíneos, lo cual ayuda a reducir el dolor y la hinchazón.

Instrucciones: Aplicar una bolsa de hielo envuelta en un paño sobre la mejilla durante 10–15 minutos.

Precaución: No aplicar el hielo directamente sobre la piel para evitar quemaduras por frío.

3. Aceite de clavo

Beneficios: El aceite de clavo tiene propiedades analgésicas y antimicrobianas que alivian el dolor y combaten la infección.

Instrucciones: Aplicar con un hisopo de algodón directamente sobre las encías afectadas.

Precaución: No usar en exceso, ya que puede generar irritación.

4. Peróxido de hidrógeno diluido (Agua oxigenada)

Beneficios: El peróxido de hidrógeno es un desinfectante que ayuda a combatir las bacterias y limpia la zona afectada.

Instrucciones: Mezclar partes iguales de peróxido de hidrógeno y agua, enjuagar y escupir.

Precaución: No tragar el peróxido de hidrógeno y evitar usarlo a concentraciones altas.

5. Pasta de cúrcuma

Beneficios: La cúrcuma tiene propiedades antiinflamatorias naturales que ayudan a reducir la inflamación en las encías.

Instrucciones: Mezclar cúrcuma en polvo con agua hasta formar una pasta y aplicarla sobre las encías.

Precaución: Asegúrese de enjuagar bien la boca después de usarla, ya que la cúrcuma puede dejar manchas amarillas.

Opciones de farmacia

6. Ibuprofeno o paracetamol

Estos medicamentos de venta libre ayudan a aliviar el dolor y reducir la inflamación.

Instrucciones: Seguir la dosis indicada en el empaque y no exceder la dosis recomendada.

Precaución: Si tiene alguna condición médica o está tomando otros medicamentos, consulte a un médico antes de usar estos analgésicos.

7. Enjuagues bucales antibacterianos

Los enjuagues bucales antibacterianos ayudan a controlar las bacterias alrededor del diente afectado y previenen infecciones.

Instrucciones: Enjuagar según las indicaciones del producto.

Precaución: No tragar el enjuague y evitar el uso excesivo, ya que algunos productos pueden alterar el equilibrio natural de bacterias en la boca.

Si los remedios caseros para la pericoronitis no alivian el dolor o los síntomas, es fundamental consultar al dentista. Debe buscar atención profesional si el dolor, la inflamación o los síntomas no mejoran después de unos días, o si experimenta fiebre o dificultad para tragar. El dentista puede recomendar tratamientos adicionales, como una limpieza profesional para eliminar restos de comida y bacterias en la zona afectada. En casos de pericoronitis recurrente, puede ser necesaria la extracción del diente para prevenir futuros problemas.

La mejor forma de prevenir la pericoronitis

● Mantener una buena higiene oral

Contar con una rutina de higiene bucal que incluya el cepillarse los dientes al menos dos veces al día y usar hilo dental para eliminar los restos de comida y la placa bacteriana, especialmente en las zonas difíciles de alcanzar.

● Uso de enjuagues antibacterianos

Los enjuagues bucales con propiedades antibacterianas ayudan a reducir la acumulación de bacterias, especialmente alrededor de los dientes parcialmente erupcionados.

● Revisiones dentales regulares

Acudir periódicamente al dentista permite monitorear el estado de los dientes parcialmente erupcionados y detectar posibles problemas antes de que se conviertan en una complicación.

● Evitar irritar las encías

Ser cuidadoso al masticar y evitar alimentos duros, crujientes o pegajosos que puedan dañar o irritar la encía que rodea las muelas del juicio.

La pericoronitis es una afección común, especialmente alrededor de las muelas del juicio, que puede ir de molestias leves a complicaciones más serias si no se trata a tiempo. Los remedios caseros para la pericoronits, como enjuagues con agua tibia y sal, buena higiene oral y el uso de analgésicos, pueden aliviar los síntomas temporalmente. Sin embargo, estos no reemplazan la atención profesional, que es esencial para prevenir problemas mayores y tratar la causa subyacente de forma definitiva.