Tratamiento Para La Ansiedad Dental Y Odontofobia

Es muy común en la sociedad que se presente ansiedad dental y odontofobia, cuando se evitan las revisiones dentales podemos encontrar consecuencias a largo plazo ya que estas son de gran ayuda para prevenir complicaciones en la salud oral, controlando cualquier inconveniente dental a tiempo y realizando tratamientos menos invasivos.

La mayoría de las enfermedades dentales están vinculadas a hábitos de vida y son evitables. Si por la ansiedad dental evitas visitar al dentista, no solo es más probable que necesites tratamientos más complicados en el futuro, sino que también pierdes la oportunidad de aprender cómo mejorar tu cuidado bucal.

Diferencia entre Ansiedad Dental y Odontofobia

Debemos saber que existe una diferencia entre ansiedad dental y odontofobia son estados distintos en el cual cada uno se presenta de la siguiente manera:

Ansiedad Dental

La ansiedad dental es un estado emocional más común de lo que creemos el cual afecta a muchas personas tanto niños como adultos, sobre todo en aquellas situaciones en las que el procedimiento dental es desconocido. Este tipo de ansiedad, caracterizada por sensaciones de temor y angustia, puede expresarse tanto a nivel físico como mental, generando respuestas defensivas ante la idea de un tratamiento odontológico.

La ansiedad dental es una experiencia subjetiva que varía entre la población, y se describe como una respuesta multisistémica ante la situación de peligro o amenaza, lo que puede convertirse en una barrera significativa para buscar atención odontológica y afectar de manera negativa la salud bucal y la vida cotidiana.

Odontofobia

La odontofobia es el miedo persistente irracional al dentista, debe tener una prolongación de 6 meses para poder considerarlo una fobia, Este miedo desmedido hacia la atención odontológica se convierte en un obstáculo que impide al paciente visitar al dentista. Como resultado, los tratamientos se retrasan, las citas se cancelan, el dolor se tolera más de lo necesario, y la salud bucodental se deteriora. Este problema es muy común y afecta tanto a niños como a adultos.

Una manera de poder diferenciar la ansiedad dental de la odontofobia, es la manera de evitar de acudir al dentista, cuando se presenta ansiedad dental a pesar de la incomodidad de ir al dentista se enfrentará a ello, mientras que una persona con odontofobia evitará por completo acudir a la cita del dentista.

Tratamiento para la Ansiedad Dental y Odontofobia

Ansiedad Dental

Para abordar la ansiedad dental se emplea de diferentes maneras dependiendo de la edad:

Niños:

● Asignación de tiempo suficiente para la cita: Es importante programar citas más largas para evitar que el niño se sienta apresurado o estresado.

● Comunicación eficaz: Explicar claramente al niño qué se hará durante la cita, utilizando un lenguaje sencillo y tranquilizador.

● Principio de las cuatro “S”: Minimizar desencadenantes de estrés como la vista de inyecciones o herramientas, olores fuertes, sonidos de perforaciones, y sensaciones desagradables.

● Distracción: Utilizar música, videos, juegos u otras actividades para mantener la atención del niño alejada del procedimiento dental.

● Percepción de control: Permitir al niño levantar la mano si siente dolor o incomodidad para detener el procedimiento momentáneamente.

● Reducción del dolor: Asegurarse de que se administre suficiente anestesia para evitar molestias durante el tratamiento.

● Terapia cognitivo-conductual (CBT): Implementar técnicas de terapia conductual para ayudar a los niños a controlar su ansiedad.

● Técnicas de relajación: Enseñar a los niños mayores técnicas de respiración y relajación muscular para que se sientan más tranquilos durante la cita.

● Sedación consciente: Utilizar sedación en casos extremos o cuando el niño no pueda cooperar debido a la ansiedad severa.

Adultos:

● Comunicación efectiva: Mantener una comunicación abierta y clara sobre el procedimiento dental para reducir la ansiedad.

● Técnicas de relajación: Fomentar la práctica de la relajación muscular progresiva y técnicas de respiración antes y durante el tratamiento.

● Distracción: Ofrecer música, películas o programas de televisión durante el procedimiento para desviar la atención del paciente.

● Percepción de control: Permitir al paciente detener el procedimiento si siente ansiedad o incomodidad, lo que les da un mayor sentido de control.

● Desensibilización sistemática: Introducir gradualmente al paciente a los estímulos que provocan ansiedad, permitiendo que se acostumbren y aprendan a manejar su ansiedad.

● Sedación consciente: Utilizar técnicas de sedación, como óxido nitroso o sedantes orales, para ayudar a los pacientes a relajarse durante el tratamiento.

● Remisión a terapia de grupo: En casos más graves, derivar al paciente a terapia de grupo con un psicólogo especialista y un terapeuta conductual.

Adultos mayores:

● Uso de técnicas similares a las utilizadas en adultos: Adaptar las técnicas de relajación, desensibilización sistemática y sedación a las necesidades y capacidades del paciente mayor.

● Terapia asistida por computadora (CARL): Ofrecer aprendizaje de relajación asistido por computadora, que permite al paciente trabajar a su propio ritmo para enfrentar la ansiedad dental.

● Anestesia local controlada por computadora: Utilizar anestesia controlada por computadora o anestesia dental electrónica para evitar el uso de agujas, especialmente en pacientes con ansiedad inducida por estas.

● Enfoque interdisciplinario: Involucrar a profesionales de la salud mental cuando sea necesario, proporcionando un enfoque más integral para manejar la ansiedad dental en adultos mayores.

Estas estrategias permiten manejar la ansiedad dental en pacientes de diferentes edades, ayudando a mejorar su experiencia y salud bucal durante el tratamiento odontológico.

Odontofobia

El tratamiento de la odontofobia, o miedo al dentista, puede abordarse con una combinación de enfoques terapéuticos y estrategias que ayudan a los pacientes a manejar su ansiedad. los principales métodos de tratamientos pueden ser:

● Terapia de Exposición: Consiste en exponer gradualmente al paciente a situaciones dentales que provocan ansiedad en un entorno controlado. Comienza con visitas al consultorio sin necesidad de un examen o tratamiento, incrementando progresivamente la intensidad de las intervenciones hasta que el paciente se sienta cómodo con un tratamiento completo.

● Medicación: Los medicamentos contra la ansiedad pueden utilizarse para aliviar temporalmente los síntomas mientras se llevan a cabo otras terapias, como la de exposición. Pueden ayudar a manejar síntomas físicos de la fobia, como la presión arterial alta.

● Técnicas de relajación: Prácticas como la respiración profunda y la relajación muscular pueden reducir el estrés y la ansiedad asociados con la odontofobia.

● Terapia de Imágenes Guiadas: Utiliza la relajación enfocada en imágenes mentales de escenarios pacíficos para calmar la mente y reducir la ansiedad.

● Terapias Alternativas: Hipnosis y acupuntura son opciones que pueden ser útiles para algunos pacientes al enfrentar su miedo al dentista.

● Distracción: Ofrecer música, películas o programas de televisión durante el tratamiento dental para desviar la atención del paciente de los procedimientos.

● Sedación: En casos graves, se puede utilizar sedación farmacológica, como óxido nitroso, sedantes orales o intravenosos, para ayudar al paciente a relajarse durante el tratamiento.

Cada uno de estos enfoques puede combinarse según las necesidades del paciente, siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud mental o dental.

La ansiedad dental y la odontofobia son problemas que pueden impedir las visitas al dentista, lo que lleva a complicaciones de salud bucal más graves. Diferenciarlos es clave: la ansiedad dental es manejable con técnicas de relajación y distracción, mientras que la odontofobia, un miedo más profundo, puede requerir terapia y, en casos severos, sedación. Tratar estos miedos con ayuda profesional mejora tanto la salud dental como la calidad de vida.