¿Cómo curar el dolor después del empaste dental?

¿El dolor después del empaste dental te está molestando y eso te preocupa?

Nuestros dientes son como pequeños guerreros: por fuera tienen una armadura resistente, formada por el esmalte y la dentina, pero por dentro guardan una parte blanda y sensible, llamada pulpa, que siente todo, desde el helado más frío hasta la sopa más caliente. El problema llega cuando la caries, esa enemiga silenciosa, comienza a atacar la armadura. Esto sucede porque las bacterias, al darse un festín con los azúcares que consumimos, producen ácidos que debilitan el diente. Si la caries avanza demasiado, puede llegar hasta la pulpa, causando dolor, infecciones y, en el peor de los casos, la pérdida del diente.

Por suerte, los empastes son como el escudo que devuelve la fuerza a nuestros dientes. Sin embargo, a veces estos pueden causar algo de sensibilidad o molestias, y aquí es donde entramos nosotros para explicarte qué está pasando. En este artículo, te contaremos cómo tratar el dolor después del empaste dental, qué lo causa y cuándo es momento de visitar al dentista.

¿Qué es un empaste dental?

Imagina que tu diente es como la pared de tu casa y que una caries es un agujero o grieta que ha aparecido en ella. Así como no dejarías un agujero en la pared sin reparar, porque podría expandirse o debilitar la estructura, ocurre lo mismo con tus dientes. Los empastes dentales devuelven a tu diente su forma y función después de haber perdido tejido por caries o fracturas. Se trata de un material especial que no solo se adhiere al diente, sino que también es lo suficientemente resistente para soportar la masticación diaria, sin fracturarse ni desgastarse fácilmente.

Además, los diferentes tipos de empastes dentales están diseñados para integrarse perfectamente con tu diente, tanto en apariencia como en funcionamiento. Hay varios tipos de empastes, cada uno con características específicas, pensados para adaptarse a tus necesidades. Los más usados son:

● Resina compuesta: Muy popular en la odontología moderna por su estética, versatilidad y variedad de colores. Permite restauraciones resistentes y similares al diente natural, aunque requiere un proceso cuidadoso para su correcta elaboración.

● Ionómero de vidrio: Es un material sintético a base de ácido poliacrílico y partículas de vidrio, capaz de liberar flúor y detener procesos de caries. Es útil en condiciones de alta humedad, donde no es posible usar resinas.

● Amalgama: Es una mezcla de varios metales, como plata y mercurio. Es resistente, económica y adecuada para restaurar molares, pero su apariencia poco estética y la toxicidad del mercurio han reducido su uso.

¿Cómo se realiza un empaste dental en resina?

El proceso de un empaste dental en resina, uno de los materiales más utilizados hoy en día, se lleva a cabo en varios pasos que aseguran una restauración duradera y funcional. A continuación, te lo explicamos de forma sencilla:

1. Eliminar el tejido dañado: El primer paso es limpiar el área afectada. El dentista elimina toda la caries, retirando el tejido reblandecido y contaminado por bacterias. Deja la zona completamente limpia, dura y lista para trabajar.

2. Preparar la superficie: La cavidad donde estaba la caries necesita ser acondicionada con sustancias especiales que ayudan a que la resina se adhiera correctamente al diente. Este paso es esencial para garantizar la durabilidad del empaste.

3. Proteger la pulpa (cuando es necesario): Si la caries o fractura es muy profunda y está cerca del nervio, es fundamental protegerlo. En estos casos, el dentista coloca un material conocido como protector pulpar, que evita el contacto directo entre la resina y la pulpa, reduciendo el riesgo de sensibilidad o dolor.

4. Colocar el material de empaste: La resina dental comienza como una masilla blanda que el dentista moldea cuidadosamente para adaptarla a la forma del diente. Una vez lista, se endurece con la ayuda de una luz ultravioleta, devolviendo la estructura y resistencia al diente.

5. Pulir y dar el acabado: Finalmente, el empaste se pule para eliminar cualquier aspereza, asegurando que se ajuste perfectamente a la mordida. El resultado es un diente que luce natural y funciona como si nunca hubiera tenido una caries.

Este proceso no solo restaura la salud de tu diente, sino que también protege su apariencia y durabilidad.

¿Es normal sentir dolor después del empaste dental?

Es normal experimentar sensibilidad dental en los días posteriores a la realización de un empaste dental, especialmente cuando la caries ha afectado una parte significativa del diente. Esto ocurre porque el tejido dental necesita tiempo para adaptarse y recuperarse, de manera similar a como lo hace nuestro cuerpo después de una herida o lesión.

Mientras te recuperas del dolor en el nervio, es importante cuidar de tu diente, evitando alimentos muy fríos, calientes, ácidos o duros, y prestando atención a las señales que pueda darte tu cuerpo.

¿Cuánto tiempo dura el dolor después del empaste dental?

Es normal sentir algo de sensibilidad o dolor leve después de un empaste, y esto suele durar hasta una semana. Sin embargo, si después de este tiempo la molestia no mejora o incluso empeora, es fundamental que consultes a tu dentista.

También es importante prestar atención si experimentas un dolor muy intenso que te obliga a tomar analgésicos y luego desaparece por completo. Aunque esto podría parecer una buena señal, en algunos casos podría indicar que el nervio no se recuperó y terminó muriendo. Por eso, es recomendable realizar un control para asegurarse de que todo esté en orden y evitar complicaciones a futuro.

Señales de alarma después de un empaste dental

Si bien la sensibilidad dental puede ser normal en los primeros días después del empaste, es importante saber identificar cuándo esta sensación deja de ser parte del proceso de recuperación y puede indicar un problema.

Si la sensibilidad o el dolor persisten por más de dos semanas, aumentan de intensidad o van acompañados de otros síntomas, es momento de buscar atención dental. Aquí te dejamos las principales señales de alerta:

● Dolor pulsátil y agudo: Especialmente si no cede con analgésicos o se intensifica por las noches.

● Molestias al masticar: Como una sensación de presión o de que hay una «piedra» en el diente.

● Inflamación facial: Hinchazón alrededor de la zona tratada que podría indicar una infección.

● Aparición de abscesos: Pequeñas protuberancias o acumulación de pus en la encía cercana al diente tratado.

Si notas alguno de estos síntomas, no dudes en consultar a tu dentista. Atender estos signos a tiempo puede prevenir complicaciones y asegurar una recuperación adecuada.

¿Por qué puede haber dolor después del empaste dental?

A continuación, te explicamos de manera sencilla los motivos más comunes:

Causas relacionadas con el diente

● Extensión de la caries: Durante el procedimiento, se elimina el tejido dañado, pero si la caries era muy profunda, pueden quedar áreas del diente expuestas que necesitan tiempo para adaptarse al nuevo material.

● Estado del nervio antes del empaste: Si la caries o fractura alcanzaron el nervio y lo dañaron de forma irreversible, el empaste puede no ser suficiente, y podrían ser necesarios tratamientos adicionales para disminuir la inflamación del nervio o eliminarlo.

● Calidad y grosor del diente restante: En algunos casos, la formación del diente no es la ideal, lo que deja menos protección para el nervio. Esto puede hacer que el diente sea más sensible a temperaturas extremas o estímulos externos.

● Grietas o fisuras: Cuando la restauración es muy extensa, existe la posibilidad de que el diente desarrolle grietas que provocan sensibilidad, especialmente al masticar. En estas situaciones, es fundamental identificar la fisura y considerar opciones alternativas para restaurar el diente de manera adecuada y duradera.

Causas relacionadas con el procedimiento

● Eliminación incompleta de la caries: Si no se retira todo el tejido afectado, la caries puede seguir activa, causando dolor o sensibilidad incluso después de colocar el empaste.

● Falta de protección para el nervio: Cuando la caries es muy profunda, el dentista debe usar materiales especiales para proteger el nervio. Si esto se omite, puede haber molestias o incluso daño permanente al nervio.

● Calor durante la limpieza del diente: Los instrumentos utilizados para retirar la caries generan fricción y calor, lo que puede afectar el nervio. Por eso, es importante usar suficiente agua como refrigerante para evitar daños.

● Técnica de colocación del empaste: La resina debe colocarse en capas y endurecerse poco a poco para evitar que se contraiga y genere molestias. Si se coloca toda de una vez, el empaste puede ser menos duradero y causar sensibilidad.

Las 5 mejores maneras de aliviar el dolor después del empaste dental

Remedios naturales

● Enjuagues con agua salada tibia: Realizarlos 1 o 2 veces al día después de una adecuada higiene bucal.

● Aceite de clavo: Aplicar una gota con un hisopo directamente sobre el diente para disminuir la sensibilidad.

● Compresas frías: Aplicarlas en la parte externa de la boca puede ayudar a reducir parcialmente la inflamación interna del diente. Es importante utilizarlas por períodos de menos de 5 minutos cada 30 minutos, para evitar irritar la piel en la zona de aplicación.

● Bolsas de té: Aplicarlas como apósito tibio sobre la zona afectada. El té tiene propiedades antiinflamatorias que pueden proporcionar un alivio temporal de las molestias asociadas al empaste dental.

Medicamentos y productos de farmacia de venta libre

● Medicamentos como acetaminofén, naproxeno, ibuprofeno o diclofenaco son útiles para reducir la inflamación del nervio y proporcionar un alivio temporal. En algunos casos, el dentista podría recomendar una combinación de estos para obtener un mejor efecto.

Sin embargo, si tienes problemas de presión alta, diabetes, afecciones cardíacas o de coagulación, o si estás embarazada, es muy importante que tomes estos medicamentos con precaución. Algunos pueden causar efectos secundarios significativos en estas condiciones. En la mayoría de los casos, el acetaminofén es considerado la opción más segura, pero siempre es recomendable consultar con tu médico o dentista antes de tomar cualquier analgésico.

Opciones de tratamiento profesional

Si el dolor persiste o aumenta con el paso de los días, es posible que ya no se trate de la sensibilidad normal después de un empaste y que se necesiten tratamientos adicionales. La elección del tratamiento dependerá de la causa específica del dolor. A continuación, te explicamos las opciones más comunes:

● Ajuste oclusal: Si sientes que el empaste está un poco elevado o notas que tus dientes no encajan como deberían al morder, puede ser necesario realizar un ajuste o pulido. Este procedimiento es rápido y sencillo, y puede resolver molestias al masticar, devolviendo la comodidad a tu mordida.

● Recubrimiento pulpar: En algunos casos, se coloca un material especial cerca del nervio del diente (o directamente sobre él) para ayudar a reducir la inflamación después de limpiar la caries. Este procedimiento protege el nervio y promueve su recuperación, evitando molestias prolongadas.

● Pulpotomía: Cuando la inflamación afecta sólo una parte del nervio, se puede optar por eliminar esa porción dañada, dejando intacta la parte sana. Luego, se coloca un material llamado cemento biocerámico que estimula la regeneración del diente y calma la inflamación restante. Este tratamiento es especialmente efectivo en pacientes jóvenes y puede evitar la necesidad de un tratamiento de conductos. Aunque puede ser más costoso, es una excelente alternativa para conservar la vitalidad del diente.

● Tratamiento de conducto: Cuando el daño a la pulpa dental es irreversible, se recurre a este procedimiento para retirar completamente el tejido enfermo del interior del diente, desinfectar el área y rellenarla con un material sintético. Esto elimina el dolor y permite conservar el diente en la boca, manteniéndolo funcional. Sin embargo, es importante saber que, al perder la pulpa, el diente se deshidrata y se vuelve más frágil, por lo que puede necesitar refuerzos como coronas para protegerlo. Este tratamiento suele ser la última opción antes de considerar una extracción.

Recuerda, si experimentas molestias prolongadas, lo mejor es acudir a tu dentista para recibir un diagnóstico y tratamiento oportuno.

¿Cómo prevenir el dolor después del empaste dental?

Es importante saber que, en muchos casos, el dolor después del empaste dental es difícil de prevenir. Esto se debe a que suele estar relacionado con factores que no siempre están bajo el control del paciente, como la profundidad de la caries, el estado de una restauración previa o incluso la complejidad del procedimiento realizado.

Por esta razón, la mejor manera de evitar cualquier molestia es prevenir la necesidad de un empaste dental. Para lograrlo, te recomendamos lo siguiente:

● Mantén una higiene oral adecuada: Cepíllate los dientes después de cada comida, utiliza seda dental a diario y asegúrate de emplear cepillos y productos adecuados para tus necesidades.

● Visita a tu dentista periódicamente: Las revisiones de rutina permiten detectar problemas a tiempo, evitando que las caries progresen y se vuelvan más profundas.

● Cuida tu alimentación: Una dieta balanceada y baja en azúcares refinados ayuda a prevenir la formación de caries y mantiene tus dientes saludables.

Por último, escucha siempre a tu cuerpo. Si después del procedimiento sientes que el empaste no está bien ajustado o notas molestias persistentes, no dudes en comunicarte con tu dentista lo antes posible. Actuar a tiempo puede evitar complicaciones y asegurar una recuperación cómoda y sin molestias.

Cuidados después de un empaste dental

● Evitar comer durante la primera hora después del procedimiento. 

● Mantener una higiene oral cuidadosa con un cepillo de cerdas suaves o medias.

● Usar protector nocturno si se rechinan los dientes. Recuerda que el rechinar los dientes es una de las causas para que se caiga el empaste dental.

● Seguir las instrucciones del dentista y asistir a los controles programados.

Alimentos que evitar después del empaste dental

● Pegajosos: Pueden desalojar las resinas.

● Duros o crujientes: Aumentan el riesgo de fractura en dientes debilitados.

● Azucarados: Favorecen la reaparición de caries.

● Muy fríos, calientes o ácidos: Son estímulos fuertes que pueden irritar el nervio dental.

¿Cuándo se debe cambiar un empaste dental?

Existen señales claras que pueden alertarte sobre la necesidad de reemplazar un empaste dental. Aquí te contamos las más comunes:

● Cambio de color: Si notas que tu empaste se torna amarillo o marrón, podría ser una señal de desgaste o filtración, indicando que las bacterias están comenzando a causar caries en esa área.

● Irregularidades o espacios: Si sientes que el empaste está áspero, desigual o detectas espacios entre el diente y la restauración, esto podría ser indicativo de fracturas o caries debajo del material.

● Seda dental deshilachada: Si al pasar el hilo dental se deshilacha constantemente en una zona específica, podría ser un signo de un empaste mal ajustado, mal pulido o de caries entre los dientes.

● Restauraciones grandes y fisuradas: Los empastes que cubren una gran parte del diente tienen mayor riesgo de fisurarse con el tiempo. Si además presentan caries debajo, es fundamental consultar con tu dentista para evaluar si es necesario reemplazar el empaste por otro tipo de restauración más resistente, como una corona.

Recuerda que estas señales no deben ignorarse. Si notas algo inusual en tus empastes, visita a tu dentista para una revisión. ¡Una detección a tiempo puede evitar complicaciones mayores y mantener tu sonrisa saludable!