¿Cómo afecta el síndrome antifosfolipídico a tu salud bucal?

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¿Cómo afecta el síndrome antifosfolipídico a tu salud bucal?

Last Updated on: 5th junio 2025, 10:22 am

Las personas con síndrome antifosfolipídico (SAF) suelen tomar anticoagulantes para controlar la formación de coágulos, lo que puede provocar sangrado excesivo durante tratamientos dentales, aparición de úlceras en la boca, y aumentar el riesgo de sufrir enfermedades de las encías.

¿Conoces a alguien con síndrome antifosfolipídico o has escuchado hablar de esta condición? Se trata de una enfermedad autoinmune que afecta las células encargadas de la coagulación de la sangre. Y aunque muchas veces solo se habla de sus efectos en el cuerpo en general, la boca también puede verse afectada.

En este artículo te explicamos qué es el síndrome antifosfolipídico, cómo puede impactar tu salud bucal y qué puedes hacer para mantener tu sonrisa sana y protegida.

¿Qué es el síndrome antifosfolipídico?

¿Qué es el síndrome antifosfolipídico?

El síndrome antifosfolipídico (SAF) es una enfermedad en la que el sistema inmunológico crea anticuerpos que atacan por error ciertas proteínas de la sangre. Esto provoca que la sangre se coagule mas de lo normal, lo que puede generar problemas como:

  • Trombosis (coágulos en venas o arterias)
  • Derrames cerebrales
  • Abortos espontáneos u otras complicaciones en el embarazo

Este síndrome puede aparecer solo o estar relacionado con otras enfermedades autoinmunes, como el lupus

El SAF no solo afecta al cuerpo en general, también pueden impactar la salud bucal de distintas maneras.

¿Qué problemas bucales causa el síndrome antifosfolipídico?

Las personas con SAF suelen tomar medicamentos anticoagulantes, como warfarina o heparina, para evitar coágulos. Y aunque estos tratamientos son fundamentales, también representan un desafío a nivel odontológico. Aquí te explicamos los más comunes:

Mayor riesgo de sangrado

Imaginese que la sangre deja de ser espesa, se vuelve más líquida, y no coagula bien. ¿Qué pasaría si te cortas? Sangrarías más de lo normal, ¿verdad? Eso mismo puede ocurrir en la boca.

Las personas con SAF suelen tomar anticoagulantes para evitar coágulos peligrosos. Pero estos medicamentos hacen que cualquier corte, incluso uno pequeño, sangre más de lo habitual. Por eso, tratamientos como limpiezas profundas, extracciones o cirugías dentales requieren mucho más cuidado.

Úlceras y llagas en la boca

Úlceras y llagas en la boca

Algunas personas con SAF desarrollan llagas dolorosas en diferentes partes de la boca, incluidas la lengua, mejillas o encías. Esto puede estar relacionado con la respuesta autoinmune del cuerpo.

Este síntoma no siempre aparece, pero cuando lo hace puede dificultar mucho comer, hablar o cepillarse los dientes.

Encías inflamadas

Las personas con SAF pueden tener encías más sensibles, inflamadas o con sangrado espontáneo, especialmente si no mantienen una buena higiene bucal. Este sangrado puede empeorar si se toman anticoagulantes, como suele ser el caso.

Cuando las encías se inflaman y sangran con facilidad, estamos hablando de gingivitis, una de las formas más comunes de enfermedad de las encías. Si no se trata a tiempo, puede avanzar y convertirse en un problema más serio. 

Riesgo de enfermedad periodontal (periodontitis)

Si no se toman las precauciones necesarias, la gingivitis puede avanzar y convertirse en periodontitis. Esta infección en las encías daña los tejidos que sostienen los dientes, y con el tiempo, puede provocar la pérdida de piezas dentales.

En personas con SAF, este riesgo es aún mayor, ya que las encías suelen estar más vulnerables y el tratamiento se complica por el uso de anticoagulantes. 

Si ya tienes un diagnóstico de síndrome antifosfolipídico, o presentas algunos de los síntomas mencionados, es importante acudir al dentista con regularidad. Las revisiones ayudan a detectar cualquier problema a tiempo y permiten planificar el tratamiento más adecuado para proteger también tu salud bucal.

¿Qué debe tener en cuenta el dentista?

¿Qué debe tener en cuenta el dentista?

Cuando una persona con síndrome antifosfolipídico asiste al dentista, es fundamental planificar bien cada paso del tratamiento. 

Desde la primera consulta, el paciente debe informar sobre su diagnóstico, ya que esto permite al odontólogo estar preparado, saber qué precauciones tomar y cómo actuar de forma segura en su caso específico. De esta manera, se puede ofrecer una atención integral y adaptada a sus necesidades.

Con esto en mente, hay 3 aspectos clave que el dentista debe tener en cuenta:

Evaluación médica previa

Antes de realizar cualquier procedimiento, el dentista debe revisar la historia clínica completa del paciente. Es esencial conocer:

  • El diagnóstico exacto del SAF (si es primario o secundario)
  • Los medicamentos que está tomando
  • Los resultados recientes de análisis de sangre, como el IRN

Esta información permite anticipar riesgos y tomar decisiones seguras.

Coordinación con el médico tratante

Si se necesita realizar un tratamiento invasivo, como una extracción o una cirugía, es muy importante que el dentista se comunique con el médico de cabecera o el hematólogo del paciente.

Estos profesionales serán quienes autoricen o no el procedimiento dental, y decidirán si es necesario ajustar la dosis de anticoagulantes, suspenderlos temporalmente o mantener el tratamiento sin cambios.

Esta coordinación entre el equipo médico y el odontólogo es clave para evitar complicaciones y garantizar la seguridad del paciente.

Evitar procedimientos innecesarios

Siempre que sea posible, se recomienda optar por tratamientos no invasivos.

Si no se pueden evitar y se necesita una cirugía, se deben usar técnicas especiales para controlar el sangrado, como suturas precisas, agentes hemostáticos locales y compresas que ayuden a controlar la hemorragia.

¿Cómo cuidar tu salud bucal si tienes SAF?

El mejor tratamiento siempre será la prevención. Si tienes síndrome antifosfolipídico, mantener una buena rutina de higiene bucal es clave, pues esto te ayudará a evitar complicaciones como sangrado, infecciones o caries. 

Aquí te dejamos algunos consejos prácticos y seguros:

Cepíllate con suavidad

Cepíllate con suavidad

La base de una buena higiene oral es el cepillado. Se recomienda usar un cepillo de cerdas suaves, ya que limpia eficazmente sin dañar las encías ni provocar sangrados.

No es necesario ejercer demasiada presión, ni cepillarse muy fuerte para quedar limpio. Lo importante es tener una buena técnica: cepillarse al menos dos veces al día, con movimientos circulares, suaves y delicados. Así proteges tu boca sin correr riesgos, especialmente si tomas anticoagulantes.

Usa hilo dental con cuidado

El hilo dental es esencial para limpiar los espacios entre los dientes, donde el cepillo común no llega. En personas con SAF, es especialmente importante usarlo con suavidad, deslizándolo sin forzar, para evitar sangrados o dañar las encías.

Si te resulta difícil de usar o tienes brackets o coronas dentales, existen alternativas que también son efectivas y seguras:

Elige la opción que mejor se adapte a tus necesidades y consulta con tu dentista cuál es la más recomendada en tu caso.

Mantén tu boca hidratada

Mantén tu boca hidratada

En algunos casos, los pacientes con síndrome antifosfolipídico pueden presentar sequedad bucal, generalmente asociada al uso de medicamentos. 

La boca seca aumenta el riesgo de caries, mal aliento, infecciones y molestias al hablar o comer.

Para prevenir estos problemas, es importante mantener una buena hidratación y estimular la producción de saliva. Aquí algunos consejos útiles:

Si notas que la sequedad persiste, coméntalo con tu dentista. Él puede recomendarte productos específicos o evaluar si algún medicamento está influyendo.

Elige una pasta dental adecuada

Usar una buena pasta dental es clave para mantener dientes fuertes y encías sanas, especialmente si tienes SAF y un mayor riesgo de sangrado o problemas en las encías.

Estas son algunas recomendaciones al elegir tu pasta dental:

  • Con flúor: ayuda a fortalecer el esmalte dental y a prevenir caries.
  • Fórmulas suaves: evita pastas muy abrasivas o con ingredientes que puedan irritar las encías.
  • Para encías sensibles: si notas molestias o sangrado frecuente, hay pastas diseñadas para proteger las encías y reducir la inflamación.

Consulta con tu dentista si no sabes cuál elegir. Él te orientará según tus necesidades específicas.

Visitas al dentista con regularidad

Visitas al dentista con regularidad

Tener síndrome antifosfolipídico no significa que debas evitar al dentista, ¡todo lo contrario! Las visitas regulares son clave para detectar a tiempo cualquier problema y mantener tu salud bucal bajo control.

Lo ideal es acudir al odontólogo al menos cada seis meses, o antes, si tu dentista lo recomienda.

Recuerda siempre:

  • Informar desde la primera cita que tienes SAF.
  • Llevar la lista de medicamentos que estás tomando.
  • Compartir los últimos exámenes (como el INR).

Con esta información, el dentista podrá planificar los tratamientos de forma segura y adaptada a tus necesidades.

El síndrome antifosfolipídico no solo afecta la sangre o la circulación; también puede tener un impacto real en tu salud bucal. Problemas como el sangrado excesivo, las encías inflamadas, las úlceras o la sequedad en la boca pueden influir en tu rutina diaria, tu bienestar y tu calidad de vida.

Con una rutina de higiene adecuada, visitas regulares al dentista y una comunicación constante entre tu médico y tu odontólogo, es posible mantener tu sonrisa sana y evitar complicaciones.

Recuerda: lo que pasa en tu cuerpo también se refleja en tu boca. Cuidar tu salud oral es parte esencial de cuidar tu salud general.

Preguntas frecuentes

¿Debo suspender la warfarina antes de un tratamiento dental?

No lo hagas por tu cuenta. Solo tu médico puede decidir si es necesario ajustar la dosis o suspender temporalmente el anticoagulante según el tipo de procedimiento.
Evita enjuagues con alcohol, pastas muy abrasivas o cepillos duros. Prefiere productos suaves, con flúor, y recomendados para encías sensibles o boca seca.
Alimentos ricos en vitamina C y calcio ayudan a mantener encías fuertes. También es útil mantener una dieta equilibrada y evitar alimentos muy azucarados o ácidos que irriten la boca seca.
Sí, pero es importante avisar al dentista con anticipación. Aunque es un procedimiento no invasivo, puede generar algo de sangrado, así que el odontólogo tomará precauciones.
Sí. Una infección en la boca puede desencadenar respuestas inflamatorias en el cuerpo, lo cual no es ideal para personas con enfermedades autoinmunes. Por eso, mantener una boca sana también ayuda a tu salud general.

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Referencias

1. Alonso, C. E. L. (2011). Síndrome de anticuerpos antifosfolípido: manejo farmacológico previo y posterior a una extracción dental. Tesis de Licenciatura, Universidad Nacional Autónoma de México. https://repositorio.unam.mx/contenidos/193197 

2. Bailón, M. C., Vernimmen, F. S., & Portilla, F. S. (2022). Osteonecrosis maxilar en síndrome antifosfolipídico. Revisión de la literatura a propósito de un caso. Metro Ciencia, 30(1), 128–134. https://doi.org/10.47464/metrociencia/vol30/1/2022/128-134 

3. Clínica Universidad de Navarra. (2023).  Síndrome antifosfolípido. Diccionario médico. https://www.cun.es/diccionario-medico/terminos/sindrome-antifosfolipido 

4. Mayo Clinic. (2022, Abril 23).  Síndrome antifosfolipídico – Síntomas y causas – Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/antiphospholipid-syndrome/symptoms-causes/syc-20355831 

5. Patriarcheas, V., Tsamos, G., Vasdeki, D., Kotteas, E., Kollias, A., Nikas, D., Kaiafa, G., & Dimakakos, E. (2025). Antiphospholipid Syndrome: A Comprehensive Clinical Review. Journal of Clinical Medicine, 14(3), 733. https://doi.org/10.3390/jcm14030733

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